Según el último informe Situación Consumo del Servicio de Estudios del BBVA, "el avance experimentado en el consumo de los hogares en los últimos años también se ha traducido en un incremento y una mejora del parque automovilístico". Sin embargo, aún hay una proporción de extremeños --y por extensión, de españoles-- que reconoce que sus niveles de renta no les permite adquirir o mantener un coche.

En este sentido, el estudio revela que una de cada cuatro familias extremeñas no dispone de vehículo propio, lo que supone un porcentaje (25,4%) similar al de la media nacional. Las comunidades autónomas con menor proporción de hogares sin automóvil son País Vasco --que curiosamente es una de las que tiene mayores rentas en España-- y La Rioja --donde un 28,5% de los encuestados declara no tener transporte privado--.

Las causas son diversas, aunque destaca la cifra de hogares que admiten que el nivel de renta les impide motorizarse . En concreto, en Extremadura, esta es la razón esgrimida por el 25% de aquellos que carecen de turismo, motocicleta o cualquier otro vehículo a motor. Esto sitúa a la región con uno de los porcentajes más elevados, sólo superado por los casos de Canarias (36%) y Andalucía (29,7%), y en la misma línea que Galicia (24,9%).

Hay que tener en cuenta que el transporte es uno de los principales gastos de la economía doméstica. Según el Servicio de Estudios del BBVA, en la comunidad autónoma uno de cada 10 euros gastados por una familia se dedican a este concepto. Una cifra que así expresada puede resultar pequeña, pero que si se traslada al desembolso total de los hogares puede alcanzar los 3.400 euros al año.

Pero las estimaciones del BBVA permiten además desglosar ese gasto, de manera que de los 3.400 euros, 1.260 corresponden a la adquisición o compra del automóvil, casi 1.700 pertenecen a gastos derivados del uso de los vehículos (combustible, reparaciones, mantenimiento...) y el resto se debe al uso de los servicios públicos.

Según los expertos, precisamente la situación del parque automovilístico y su crecimiento son dos de los indicadores más fiables para conocer la situación económica de un país o de una región. A medida que el parque de vehículos es más moderno (nuevo) y mayor, mejor funciona la economía.