Sindicatos y patronal abogan por un nuevo modelo en la lucha contra la siniestralidad laboral que contemple un sistema donde primen los incentivos para las empresas con menos siniestros, en lugar del actual modelo donde lo que prima es la sanción por los incumplimientos de las medidas preventivas.

Los agentes sociales y los partidos políticos parecen decididos a afrontar definitivamente la lacra que supone la siniestralidad laboral. Para ello, este año deben negociar el nuevo plan de actuación de Extremadura para la prevención de riesgos laborales, que será el quinto, y con el que pretenden romper con el modelo actual. Según ha podido conocer EL PERIODICO EXTREMADURA, el documento en el que se trabaja tiene ya fijadas las directrices sobre el plan que entrará en vigor el próximo año. Entre las aportaciones dadas, destacan la creación de un observatorio permanente de la siniestralidad laboral y la certificación de una buena práctica en prevención de riesgos laborales, que les supondría a las empresas acceder a una serie de ventajas a la hora de realizar su labor.

PREMIAR AL QUE CUMPLA Sobre este último caso, los agentes que participan en la negociación han señalado que se trata de una apuesta de los sindicatos, que refrendan los empresarios, y que consistiría en "un sistema que homologue a las empresas en determinados niveles de prevención de accidentes, una especie de certificación de calidad". Una idea similar a del estilo de la Q de calidad en establecimientos hosteleros o de la calidad ambiental que distingue a las mejores empresas constructoras.

Además, fuentes consultadas por este diario han reiterado que hay que buscar nuevas soluciones "e ir a más", así como hacer ver que "la prevención de riesgos laborales no es una cuestión única del empresariado, sino también una responsabilidad de los trabajadores". Así, indicó, deben saber que, por ejemplo, "hay que llevar arneses o no estar en determinadas zonas, cuando hablamos de la construcción", un sector en el que son más frecuentes los siniestros.

Según ha señalado el secretario general de la Confederación Regional de Empresarios de Extremadura (Creex), Juan Manuel Arribas, la patronal extremeña aboga para que ese nuevo plan no abunde en más penalizaciones a quienes no cumplan la normativa, sino en incentivar las buenas prácticas. "No sería bueno penalizar más, no soy partidario de ello, como si fuera esto el carnet por puntos", subrayó, sino que "se trata de darle la vuelta y de premiar al que cumpla".

En este sentido, la mayor valoración en los concursos y las subvenciones de la administración se apuntan como incentivos para aquellas empresas que promuevan y trabajen más para evitar los siniestros. Además, los responsables del nuevo plan abogan por vigilar más "cómo se aplican las cuestiones de la subcontratación".

EFECTO NEGATIVO Estos son los primeros pasos de cara a ese nuevo plan con el que se pretende mejorar los niveles de seguridad laboral en la región, que han provocado la muerte de 221 personas en la comunidad autónoma desde el año 2000.

Otro dato a tener en cuenta es que quienes trabajan de noche tienen mayor riesgo de sufrir un accidente laboral y su salud está más perjudicada. El último estudio médico elaborado en España sobre los empleos a turno refleja que los trabajadores con horarios nocturnos pierden cinco años de vida por cada quince de jornada laboral. En Extremadura más de 50.000 extremeños tienen horarios atípicos en el trabajo (turnos diferentes cada cierto tiempo, trabajos de noche, en domingos y festivos, etc). Al igual que en el resto del país, en la región la cifra de este tipo de empleados cada vez es mayor, según los sindicatos, que achacan ese crecimiento al intento de amortización rápida de las inversiones por parte de los sectores productivos. Además, insisten en que, a pesar de que se sabe que este sistema de trabajo es negativo para la salud, los intereses económicos prevalecen sobre el bienestar de las personas.