La historia de Banco Base vuelve a complicarse, hasta el punto de que una de las cajas que lo conforman, la CAM, podría quedar fuera de él. El aumento de la morosidad en la caja levantina ha hecho que el resto de las entidades que participan en este SIP (Caja Extremadura, CajAstur y Caja Cantabria) estén planteando que se repita el reparto del capital de la nueva entidad financiera para hacerlo más acorde a su situación actual, algo a lo que la CAM no parece dispuesta. Fuentes cercanas a este proceso de fusión fría indicaron ayer que la situación es "complicada, y difícil", pero confirmaron que el proyecto seguirá adelante aunque sea únicamente con tres cajas y realizando las "reformas necesarias" para que los acuerdos alcanzados ya en materia económica y laboral sigan siendo efectivos. Esta posibilidad ya se le habría comunicado al Banco de España.

"El proyecto se concibió con una determinada viabilidad económica que ahora, con este empeoramiento de las ratios de la CAM, no se alcanza. Es necesario hacer cambios para que se mantenga la racionalidad económica de la integración", resaltaron ayer las mencionadas fuentes. Desde Caja Extremadura no se hicieron valoraciones sobre este asunto aunque, según pudo saber este diario, la caja extremeña tenía convocado ayer un consejo de administración que fue suspendido.

Los problemas llegan a menos de una semana de que las asambleas de las respectivas cajas sometan a votación el traspaso de sus activos y pasivos a la entidad central, lo que supondría la culminación del proceso de integración, y a cuatro días de que acabe el plazo para que las entidades de crédito presenten ante el Banco de España sus planes de recapitalización.

Las relaciones entre los dos pesos pesados de este SIP, CajAstur y la CAM, no han sido fáciles desde el inicio, y ya estuvieron a punto de romperse en junio pasado por desavenencias muy similares. Este último desencuentro se materializó el pasado miércoles en el consejo de administración de Banco Base, en el que se le planteó a la CAM la necesidad de adaptar la distribución de capital a las ratios actuales de cada caja.

Esto le supondría renunciar a su cuota del 40% (la misma que tiene CajAstur, por un 11% de Caja Extremadura y un 9% de Caja Cantabria) y rebajarla hasta el 27%. Además, de trasladarse esta proporción al organigrama, el cambio significaría, por ejemplo, que la CAM perdería su capacidad de veto en el consejo de administración de Banco Base.

DOS ALTERNATIVAS Otro de los motivos de fricción es la vía por lo que este grupo financiero debe alcanzar los niveles de solvencia fijados por el Gobierno (un 10% de capital principal). La CAM apuesta por salir a bolsa, lo que no exigiría recapitalizarse, ya que el listón bajaría de inmediato al 8%, que ya se supera. Esta entidad fue en el 2008 pionera en salir a los mercados a través de las cuotas participativas, instrumento similar a las acciones pero que no otorgan derechos políticos, y ahora argumenta que podría aportar su experiencia en este ámbito.

Sin embargo, las demás prefieren recurrir a las ayudas públicas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). "Ni el SIP está para salir a bolsa, ni la bolsa está para que salga el SIP", resumen fuentes de una de estas entidades. Si se decidiese optar por esta segunda alternativa, tendrían que solicitarse 1.447 millones de euros, pero esto supondría también dar entrada al Estado dentro del SIP --se trataría de una nacionalización parcial por un máximo de cinco años--. Banco Base ya ha solicitado al FROB otro préstamo de 1.493 millones de euros que recibiría una vez que el SIP estuviese plenamente operativo.

"Seguimos con el proceso en los términos prefijados. Aquí no se ha roto nada", declaró ayer un portavoz de la CAM, que añadió que la idea es que la asamblea del próximo miércoles dé luz verde a la integración definitiva. En esta misma línea, la CAM emitió una circular interna para su plantilla con el fin de transmitir un mensaje de "tranquilidad" y reiterar que el SIP "sigue en vigor" y que "solo está pendiente" de su aprobación definitiva por parte de las asambleas de las cuatro cajas. Igualmente, pidió a sus trabajadores que despejasen a los clientes cualquier duda que les pudiera surgir sobre "la solvencia" de esta caja.

Esta entidad acabó el 2010 con un volumen de créditos dudosos de 4.654 millones de euros, lo que supone un 8,7% de su inversión crediticia, casi tres puntos por encima de la media del sector. En solo un año, la tasa de mora de esta caja casi se duplicó, ya que cerró el 2009 con un 4,43%. Y el temor es que la fuerte exposición que tiene al sector inmobiliario haga aflorar aun más impagos en una entidad que también ofrece una fuerte exposición a los mercados mayoristas de crédito.

A día de hoy, Banco Base es la tercera mayor entidad del sector (cajas o grupos de estas) por volumen de activos, con unos 130.000 millones de euros. Si la CAM se desgaja de esta unión, pasaría a tener unos 70.000 millones, y a engrosar el grupo de entidades medianas.