La situación de los embalses extremeños ha empeorado respecto a la de hace un año, y las últimas lluvias apenas han paliado el déficit en las reservas de agua. En términos generales, la cuenca del Tajo se encuentra al 45% de su capacidad, y la del Guadiana en el 59%.

En la zona del Guadiana, es especialmente preocupante, en la provincia cacereña, la situación de la presa de Cubilar, que apenas está en la cuarta parte de su capacidad. Mientras, en la provincia pacense, el embalse que abastece a la mancomunidad de Tentudía está aún peor, ya que sólo cuenta con la quinta parte de sus reservas, y guarda en estos momentos un hectómetro cúbico frente a una capacidad de cinco. Hace un año, Cubilar tenía el doble de agua que ahora y Tentudía tres veces más.

En término generales, la situación de los embalses extremeños gestionados por la Confederación Hidrográfica del Guadiana han perdido en los últimos doce meses 1.200 hectómetros cúbicos de agua, lo que significa más del 15% de su capacidad máxima de volumen de agua embalsada, que es de 7.800 hectómetros cúbicos. Estos datos son aún más significativos si se tiene en cuenta que ya el año anterior venía de sufrir una situación de sequía.

La situación en los embalses gestionados por la Confederación Hidrográfica del Tajo no es mejor, y las presas de la provincia de Cáceres están actualmente peor que meses atrás. Especialmente grave es la situación en las presas de Alcántara (tiene 2.000 hectómetros cúbicos de agua embalsada cuando su capacidad es de 3.160), Gabriel y Galán (almacena 240 hectómetros y puede almacenar 911), Portaje, con 9 hectómetros de agua (alcanza los 23) y Salor (tiene 3 frente a 14 de capacidad).