Entre las cinco mil empresas españolas con una facturación más elevada solo 35 tienen su sede en Extremadura, cifra que supone apenas un 0,7% del total. Si lo que se considera es el volumen de negocio o el empleo, la presencia de estas tres decenas y media de firmas asentadas en la comunidad autónoma supone una proporción todavía más baja. Teniendo en cuenta la primera variable, en conjunto facturan 3.151 millones de euros, un 0,3% de los alrededor de 1,2 billones que se acumulan a nivel nacional, según un análisis elaborado por Iberinform, del grupo Crédito y Caución, a partir de datos de los ejercicios 2017 y 2018. En cuanto a los puestos de trabajo, suman 7.921, un 0,2% del agregado estatal, que está por encima de los 3,3 millones.

Por sectores, la mayor parte de estas grandes empresas extremeñas se dedican a la industria manufacturera (57%). A más de veinte puntos porcentuales de distancia se sitúan las actividades comerciales (26%), mientras que a la agricultura se dedican un 9%. A partir de ahí, ningún otro sector de actividad consigue tener un peso superior al 5%. De nuevo en este punto se produce una significativa diferencia con lo que sucede a nivel nacional, donde el comercio encabeza el listado, con un 32% de las sociedades, ligeramente por encima de la industria manufacturera (31%). El tercero en orden de importancia es la logística, pero ya con apenas un 5%. En este aspecto, el mayor cambio que se ha producido en la última década es que la construcción, «que llegó a acaparar el 15% de las empresas del ‘ranking’ en 2010, apenas supone ahora un 4%», se precisa desde Iberinform.

Volviendo a Extremadura, el reparto entre las dos provincias está claramente descompensado. La de Badajoz es la que concentra un mayor número de estas firmas: 29 (un 83%), por únicamente seis en la de Cáceres. Desigualdad parecida hay en los ingresos, de los que las empresas pacenses acumulan un 86% (2.697 millones de euros). En términos de empleo, la cosa se iguala mucho más, con 4.246 puestos de trabajo en Badajoz (54%) y 3.675 en Cáceres (46%). Este acercamiento está motivado por la presencia en la provincia cacereña de Fissa Finalidad Social, que es la que, con mucha diferencia, aparece con un número más importante de trabajadores en todo el listado: 2.700.

Por otro lado, a la hora de valorar este ‘ranking’ hay que tener en cuenta dos factores. Uno de ellos es que está realizado a partir de dónde tiene cada empresa su domicilio social, un concepto que viene a representar algo similar a lo que es el de residencia para una persona. Se trata del lugar en el que legalmente está establecida una sociedad para el cumplimiento de sus obligaciones y el ejercicio de sus derechos y que, según la normativa, debe ser bien aquel en el que se establezca «el centro de su efectiva administración y dirección», bien donde se encuentre «su principal establecimiento o explotación». Pero ambas ubicaciones no tienen por qué coincidir. Eso hace que, por ejemplo, en la provincia de Cáceres no figure la Central Nuclear de Almaraz, a pesar de los elevados volúmenes de empleo y facturación que alcanza. La razón es que tiene su sede social en Madrid. En cambio, a la cabeza de la clasificación en esta provincia se encuentra Beyos y Ponga, una filial de Liberbank, la entidad en la que se integró Caja de Extremadura. Con domicilio social en Cáceres, y centrada en la actividad inmobiliaria, para ella se recogen unos ingresos de 151 millones de euros, pero aparece en la relación sin ningún trabajador en nómina.

GRUPOS EMPRESARIALES

La segunda precisión es que los datos de ingresos están extraídos de balances individuales, no consolidados, lo que lleva a que empresas que pertenecen a un mismo grupo se tengan en cuenta por separado. Es el caso de las del grupo Gallardo Balboa, con dos referencias entre las 35 con mayores ventas en la comunidad autónoma (AG Siderúrgica Balboa y Alfonso Gallardo), lo mismo que ocurre con Cristian Lay (Ondupack y Cristian Lay) o con López Bolaños (Alumasa y Expalum). Por esta misma razón, si alguna de las empresas de un grupo extremeño no tiene su sede en la región, no figura en el listado. E igual pasa, lógicamente, cuando la relación es a la inversa con otras autonomías.

En la edición del 2008 de este mismo informe, las cinco mil principales empresas españolas tuvieron unas ventas agregadas de 1.068.000 millones. El golpe que supuso el inicio de la gran recesión para el conjunto del tejido empresarial hizo que este montante fuera cayendo en sucesivos análisis hasta tocar fondo en el 2011, con 923.000 millones, de manera que los 1.186.000 que arroja este último informe anual significan un nuevo máximo desde que este se realiza.

Por comunidades autónomas, el 33% de estas grandes compañías tiene su sede social en Madrid, y a continuación le sigue Cataluña, con un 20%. La desproporción entre los dos polos de mayor actividad de la economía española es superior en términos de ingresos y de empleo, en los que las empresas madrileñas suponen el 50% y el 53%, respectivamente, por un 14% y un 15% de las catalanas.