Hace un par de décadas la sangre del cordón umbilical se desechaba, hasta que los investigadores demostraron que contenía una importante cantidad de componentes capaces de generar células sanguíneas y, por tanto, salvar vidas. Hoy existen 160.000 unidades de sangre almacenadas en más de 40 bancos repartidos por el mundo. Estados Unidos es el país con más unidades de sangre del cordón umbilical almacenada, mientras que España ocupa ya el segundo lugar, gracias al programa de donación en el que participan 31 hospitales o maternidades, ninguno de ellos extremeños. Los cordones umbilicales recogidos en estos centros se analizan y sus características son introducidas en una base de datos mundial denominada BMDW, en la que desde otros centros sanitarios se puede buscar el más compatible para un paciente enfermo. En el mundo se producen 3.000 trasplantes anuales, la mayoría de ellos no relacionados con su donante.

La recogida de sangre se lleva a cabo tras el alumbramiento y al bebé sólo se le realizan una serie de pruebas para comprobar que es sano y que la sangre donada podrá ser utilizada.

Una vez alumbrado el bebé y antes de que se expulse la placenta se procede a seccionar el cordón umbilical lo más cerca posible del niño y canular la vena. Se recogen entre 70 y 150 mililitros de sangre a la que se añaden sustancias crioprotectoras para mantener la célula viva durante el proceso de congelación.

La sangre se introduce en bolsas que se someten a un proceso de congelación programada, enfríandose en nitrógeno líquido para posteriormente ser almacenadas en tanques que se encuentran a -196 grados centígrados.

Los especialistas aseguran que la sangre de cordón se perfila actualmente como otra solución a la leucemia infantil, junto al trasplante de médula ósea, e insisten en que se ha comprobado que las células de un solo cordón son suficientes para crear una médula ósea completa de un niño.

El poco tiempo de vida de esta sangre conlleva que no contenga prácticamente antígenos, lo que la hace más compatible con los tejidos de los posibles receptores. Según los últimos estudios publicados, hay más de un 90% de posibilidades de que el trasplante de médula a partir de la sangre de cordón no sea rechazado.

No obstante, es muy difícil encontrar donantes compatibles entre sí. Entre hermanos la posibilidad de compatibilidad es del 25%, pero entre personas no emparentadas la posibilidad de encontrar un donante compatible es de una por cada 40.000.

Los especialistas insisten en que se necesitan donantes, ya que sería deseable llegar a las 800.000 unidades almacenadas en todo el mundo y aumentar las posibilidades de aplicar a cada paciente la forma de trasplante más idónea.