El batiscafo francés Nautile detectó en su segunda inmersión que el Prestige está vertiendo fuel por grietas de proa y por alguno de los registros por los que se introduce la carga en los tanques. "Son cuatro pequeños hilitos", dijo el vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy.

El capitán del petrolero, Apostolous Maguras, ya había advertido en su día de que algunas de las tapas de los registros habían saltado en el accidente. Los "cuatro hilitos" causan gran inquietud entre la castigada población gallega ante el temor de que llegue una nueva marea negra si se confirma que el fuel no se solidifica en el fondo del mar.

"ASPECTO DE PLASTILINA"

El submarino descubrió que "la estructura se encuentra deformada, que hay planchas dobladas hacia adentro y se piensa que el fuel todavía se está enfriando", dijo Rajoy, que añadió que el vertido consiste en "cuatro regueros solidificados con aspecto de plastilina en estiramiento vertical, que deben de salir de alguna de las grietas". Los científicos están analizando las muestras.

"Es esperanzador que en la zona del hundimiento no se observen las manchas de chapapote que en los últimos días se han acercado a la costa", continuó Rajoy, si bien reconoció que "todavía es muy pronto para hacer afirmaciones categóricas".

El Nautile efectuará todavía seis inmersiones más en los próximos días para tener información más exhaustiva del estado de los restos del Prestige. Los expertos franceses sólo analizaron la proa en sus primeras inspecciones. De la popa no hay ningún dato y quedan aún muchas incógnitas. No se sabe cuánto tiempo ha estado derramando fuel, ni si vierte desde el hundimiento o si los daños se produjeron al tocar el fondo.

Algunas versiones apuntaban ayer la posibilidad de que exista una cantidad importante de hidrocarburo bajo el agua, a pocos metros de la superficie, que podría aflorar en cualquier momento. En realidad se desconoce la cantidad total de fuel que ha derramado el petrolero. El Gobierno habló inicialmente de 3.000 toneladas y días después subió la cifra a 11.000. Ya se han recogido 16.000, pero varios expertos creen que se pueden haber vertido en el mar entre 40.000 y 54.000 toneladas.

El temor ahora no es sólo el fuel que está en la superficie, sino el que pueda viajar entre aguas. Pese a que ayer apenas llegaron nuevas placas a la zona, los marineros de O Grove consideran que su costa sigue en peligro, entre otros motivos porque sospechan que existe una gran placa de fuel que amenaza la ría de Arousa y que no es visible.