Hace unos meses lo anunció el presidente de la Asamblea, Fernando Manzano, y ayer lo volvió a reiterar: no habrá subidas salariales para los diputados. La crisis económica apremia y la Cámara autonómica pretende reducir sus cuentas de cara al próximo año un 8%. Un porcentaje en el que también entran las retribuciones de los parlamentarios. Sus sueldos, como los del resto de trabajadores del Parlamento, se congelarán previsiblemente en 2012.

Hasta el verano de 2010 cada representante de los extremeños con dedicación plena en la Asamblea percibía 66.416 euros brutos al año. Una cantidad que algunos, como el exportavoz socialista en la Cámara Ignacio Sánchez Amor, calificaron de "sueldo digno". Pero con la crisis llegaron los recortes y en junio del pasado año la Asamblea acordó bajar 500 euros al mes, 6.000 euros al año, el sueldo de los diputados, un recorte del 8% que sería del 15% en el caso de los miembros de la Mesa y del presidente, en aquel entonces el socialista Juan Ramón Ferreira. La medida fue aplicada, con criterios de proporcionalidad, al resto de empleados de esta institución y afectó a 50 parlamentarios liberados, en la actualidad el número ha aumentado en 5.

Estas retribuciones se mantienen en la actualidad y datan del 2008 pues ya en 2009 fueron también congeladas. Los parlamentarios con dedicación exclusiva no perciben ningún otro complemento a excepción del kilometraje cuando asisten a órganos a los que han sido convocados. A los que no tienen plena dedicación se les otorga 140,48 euros por su asistencia a órganos parlamentarios si son de Mérida y 161,72 si son de fuera de la ciudad.

Si todo avanza según lo previsto estos números se mantendrán. Así lo señaló Manzano en junio. "Si hay revisiones les juro que serán revisiones a la baja", comentó entonces el presidente de la Cámara. Ayer anunció su pretensión de que los salarios tanto de diputados como del resto del personal de la Asamblea se congelen. Además, indicó que tanto los miembros del Consejo de Gobierno como los tres consejeros que tienen condición de parlamentarios, el presidente de la Junta y el coordinador general de la Presidencia han renunciado a las retribuciones por realizar su trabajo en la Asamblea. Medidas austeras para conseguir un solo objetivo: ahorrar.