El Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura aprobó en marzo pasado la congelación de los suelos de los altos cargos del Ejecutivo regional. La medida tendrá vigencia no solo este año, como figura en la ley de presupuestos, sino también el próximo y en ejercicios sucesivos "mientras no haya tasas de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) positivas", según dijo entonces la vicepresidenta Primera y Portavoz de la Junta, Dolores Pallero. Además, se aseguró que, en ningún caso, ese sueldo podrá superar la media salarial de los altos cargos del resto de comunidades autónomas.

En total, la congelación salarial afectará a unas doscientas personas entre consejeros, secretarios generales y directores generales, entre otros altos cargos, aparte de a quienes forman sus equipos de confianza. Además, no solo se congelan los salarios, tampoco subirán las dietas y también se restringen la compra de vehículos oficiales o la remodelación de despachos.

Por esta vía el Ejecutivo extremeño espera ahorrar alrededor de 400.000 euros anuales, teniendo en cuenta que este ejercicio la partida destinada a este personal es de doce millones de euros, y que la subida prevista es del 3%. A esta cifra hay que sumar el ahorro de otros 100.000 euros obtenido gracias a la congelación de los salarios de los diputados de la Asamblea y de las diputaciones provinciales.