La suerte esquivó este año la capital cacereña. Si el año pasado las administraciones cacereñas se reconciliaron con el sorteo y repartieron casi dos millones entre cuartos y quintos, esta vez la fortuna ha pasado de largo y Cáceres deberá jugársela de nuevo en el sorteo del niño o esperar al año que viene. La jornada transcurrió con normalidad en la capital cacereña, con apenas revuelo en las administraciones.

«¿Ha salido ya el gordo?», fue la pregunta más formulada por los cacereños que se acercaban a los establecimientos de venta de lotería para conocer si sus décimos eran los afortunados ya que los anteriores premios no habían dejado ni un euro. Con mucha esperanza aguantaron hasta que cantaron el premio más esperado a media mañana. Tampoco fue posible. Cáceres deja así atrás uno de los sorteos más ‘negros’ que se recuerdan en los últimos años.

La fortuna si hizo parada en varias localidades de la provincia cacereña y repartió 215.000 euros de un segundo y dos quintos, la mayoría vendidos en cafés y estancos. El segundo premio correspondiente al 51244 dejó en Ceclavín 125.000 euros. Fue Juan Ángel Chico, propietario del estanco de la calle Larga el responsable de vender un décimo. El dueño asevera a este diario que es «la primera vez que otorga un premio tan importante en este sorteo», aunque ya ha entregado otros premios destacados de la Primitiva, informa Nieves Agut.

La cafetería Copacabana de coria también repartió 18.000 euros en tres décimos del quinto 58808. El mismo número dejó 60.000 euros en diez décimos que vendió la administración de loterías de Madrigal de la Vera. El café Pacense de Carcaboso vendió también un décimo del 22253, otro de los ocho quintos y dejó 6.000 euros para el afortunado que ostentara el décimo premiado.