Olivenza aún digiere el golpe de suerte que ha supuesto dar un buen bocado al Gordo de Navidad, del que se queda con ocho millones de euros «bien repartidos entre gente trabajadora y que lo necesita», según aclara quién lo ha hecho posible, el vecino Juan Márquez, El vecino de Olivenza (Badajoz), un jubilado transportista, fue el que repartió 18 décimos (7.200.000 euros) entre familiares y amigos de esta localidad -dos de ellos fueron a Valverde de Leganés-.

De los ocho millones totales que llegaron a la localidad pacense, 800.000 euros también recayeron en dos vecinas de Olivenza, que compraron dos décimos en un puesto de Madrid durante un viaje.

La euforia se apoderó de la ciudad fronteriza que se erige como la más premiada de esta edición del sorteo de Navidad en Extremadura. A primera hora de la tarde de ayer, decenas de vecinos compartían la alegría con los agraciados a las puertas de La Oficina, a los que se unieron los empleados del Banco de Santander, junto al lado del bar del encuentro, que se acercaron a saludarlos. ¿Habrá negocio?, preguntó este diario, y riendo dijeron que «ya veremos, lo que queremos es felicitarles». Más tarde señalaron que «sí es muy posible que se note la entrada de este dinero en el pueblo, que tiene 10.000 habitantes, además, está muy bien repartido», señaló uno de ellos.

El agraciado ha residido durante 34 años en Euskadi y el pasado mes de noviembre acudió en Vizcaya a una comida, a la que asiste todos los años, momento que aprovechó además de para ver a familiares y amigos, para comprar lotería de Navidad.

Márquez adquirió los décimos en una administración de lotería de Abadiño, donde pidió expresamente un número que terminase en 13. Inicialmente solo había tres décimos pero la administración le consiguió los 16 que pedía, explica en declaraciones a Efe. Juan Márquez, además de mostrarse «muy contento», ha asegurado a Efe que este dinero le hacía «mucha falta» a alguno de sus allegados.

Otro agraciado, Miguel Ramírez, ha bromeado al afirmar: “me voy a ir de fiesta y no volveré hasta antes de 2020”, pero en realidad -reconoce- a las cinco iba a volver al trabajo a pesar de la friolera de 400.000 euros con los que está premiado el décimo. El dinero lo invertirá “en la casa, los niños, tapar agujeros y viajar”.

Cosme Gadella, otro premiado, también ha recurrido al tono jocoso para explicar lo que siente: «No voy a volver a casa», ha bromeado.