Desde hace seis años, Manuel Sánchez es pensionista. Sufrió una caída mientras trabajaba como electricista, su profesión, que desembocó en fuertes problemas de columna que le llevaron a tener que abandonar su empleo. Desde entonces, cobra media pensión de casi 400 euros con los que él y su familia tienen que subsistir. Su mujer, hace apenas unos meses comenzó a trabajar en el servicio a domicilio, pero tan solo está cubriendo una baja que finalizará en octubre.

Durante los meses de verano, Manuel ha trabajado en una piscina, a través del ayuntamiento, ganando "alrededor de los 290 euros", comenta. Pero el verano se acaba y en septiembre Manuel tendrá que hacer de nuevo frente a la situación del resto del año. "Como siempre hemos venido haciendo, mi familia y yo viviremos con unos 600 euros", señala.

Para poder llegar a fin de mes, Manuel ha tenido que tirar de unos ahorros. "Tenía un fondo de pensión con un dinero ahorrado de cuando trabajaba de electricista y lo tuve que sacar. Y mi mujer tuvo que buscar un empleo porque ese dinero ya va escaseando", asegura. A. R.