Cuando ya se ha sobrepasado la mitad de la temporada de alto riesgo de incendios forestales de este año, el balance que arrojan los datos aportados hasta la fecha es más que positivo gracias a una reducción en torno al 22% en el número de fuegos declarados en los bosques de Extremadura con respecto a la campaña anterior, pero sobre todo debido a que la superficie afectada es casi seis veces menor a la registrada el año pasado en las mismas fechas. Según los datos del servicio de Prevención y Extinción de Incendios de la Junta, desde que se iniciara este periodo el pasado 2 de junio --concluye el 15 de octubre--, se han producido en la región 263 incendios que han afectado a un total de 249,67 hectáreas, frente a los 337 fuegos y las 1.442 hectáreas quemadas en las mismas fechas del 2007.

En total, en el 2007 fueron calcinadas por el fuego 3.279 hectáreas de superficie forestal, mucho menos que las 7.111 de 2006. Si se pone la vista en los años anteriores, se comprueba que se está produciendo una tendencia a la baja, ya que en el 2005 se calcinaron 17.500 hectáreas, y el año anterior 16.140. El peor año desde que se entrara en el nuevo siglo fue el 2003, cuando se calcinaron más de 43.500 hectáreas.

Si se suman las cifras de la actual campaña de verano a los del resto del año, desde enero hasta el 17 de agosto han sido calcinadas un total 517 hectáreas en Extremadura, en su mayoría de zonas de monte bajo y matorral. Sin embargo, estos datos positivos podrían tornarse en negativos si empeoraran las condiciones climatológicas que hasta el momento han favorecido a que se hayan producido un menor número de incendios, y sobre todo a un mayor control de los mismos.

Ante estos datos, que vienen acompañados por los que se están dando en el conjunto del país, donde la superficie forestal devastada también se ha reducido en torno al 90%, cabría preguntarse cuáles son las razones que están propiciando un verano tranquilo en los montes extremeños y españoles.

VERANO SUAVE Por un lado, las suaves temperaturas que se han registrado prácticamente durante todo el verano, y especialmente la falta de fuertes rachas de viento son los principales argumentos esgrimidos por las autoridades encargadas de prevenir y sofocar los incendios. Pero la climatología no solo ha acompañado durante los meses de verano. Las abundantes lluvias registradas ya avanzada la primavera contribuyeron a humedecer los campos y montes. No obstante, esta circunstancia se podría tornar en un elemento negativo una vez vaya avanzando la temporada estival, ya que el calor propio de la época, aunque por el momento no está siendo excesivamente intenso, podría secar la vegetación surgida de las lluvias, lo que actuaría como un acelerador de los incendios que pudieran registrarse.

MAS PERSONAL Y MEDIOS Pero la climatología no ha sido el único factor que está contribuyendo a estos buenos resultados. Hay otros, como la ampliación del personal dedicado a las labores de extinción, la adquisición de infraestructuras y medios más sofisticados, que permiten la adopción de decisiones en menos tiempo, o la efectividad de los planes de prevención y la concienciación de los ciudadanos gracias a las campañas informativas, son otros de los factores que intervienen.

De hecho, el Plan de Lucha contra los Incendios Forestales de Extremadura (Infoex), ha incrementado este año en 140 el número de efectivos destinados exclusivamente a este fin, con lo que se ha alcanzado la cifra de 1.300 las personas que forman las plantillas de los equipos de actuación. La comunidad ha puesto en marcha además un nuevo sistema de gestión de los incendios que se ayuda de potentes herramientas de telecomunicación que ofrecen información en tres dimensiones de las zonas sobre las que se ha de actuar. Todo ello permite a los equipos de coordinación contar con la mejor información posible a la hora de adoptar las decisiones con "mayor conocimiento de causa", contribuyendo así a reducir el tiempo de reacción y a controlar más eficazmente la evolución del fuego, según el jefe de servicio de Prevención y Extinción de Incendios de la región, Joaquín Fresneda.

También se hace hincapié en la efectividad de los planes de prevención puestos en marcha hasta la fecha por los propietarios de los montes, ya sean administraciones o particulares. Por el momento ya han sido en torno a 2.500 las entidades que han reenviado sus planes a la administración regional en atención al Plan de Prevención de Incendios de Extremadura.

No obstante, Fresneda, señalaque la ejecución de los planes noestá siendo tan rápida como supresentación, aunque confía enque cuando se vayan poniendoen marcha aumenten las garantíaspara reducir los incendiosy el daño que provocan. Apesar de los datos hasta la fecha,Fresneda mantiene la calma yhace un llamamiento a la prudenciaa la espera de que "encualquier momento" la situaciónmeteorológica cambie y setorne más complicada.