Las matrículas casi gratuitas para los buenos estudiantes extremeños no se aplicarán solo en la Universidad de Extremadura. El proyecto de decreto también contempla la posibilidad de extender la medida a la Universidad Nacional de Educación a Distancia (Uned), que cuenta en Extremadura con dos centros asociados, en Mérida y Plasencia, y con unos 3.300 estudiantes. La Junta va a «articular los medios» necesarios para hacer extensible la bonificación de las matrículas a los universitarios que estudien en los centros extremeños de la Uned pero será «de acuerdo con las posibilidades presupuestarias existentes, siempre y cuando este alumnado esté empadronado en algún municipio de Extremadura en el momento en que se formalice la matrícula», recoge una disposición adicional de la normativa aún en trámites.

«Nos habría gustado que en toda la norma se contemplara esa posibilidad, en lugar de aparecer solo en una disposición adicional, pero creo que se también se nos aplicará porque los alumnos de la Uned son tan extremeños como los alumnos de la presencial y creo, además, que es a los alumnos que se quedan en la región a los que hay que apoyar y luego convencer a los que se quieren ir. La calidad de la universidad en Extremadura, tanto presencial como a distancia, es excepcional y los de la Uned, en concreto, hacen un gran esfuerzo por estudiar», apunta Beatriz Badorrey, la directora del centro de la Uned de Mérida, que cuenta con unos 2.000 estudiantes. «Medidas de este tipo son fundamentales para mantener las instituciones de educación superior y para Extremadura: la formación es esencial para que progrese una comunidad».

La directora del centro de la Uned de Plasencia, Gloria Lomo del Olmo, también confía en la extensión de la medida, que además se ha reclamado por parte de los alumnos y también se aplica en la Uned de Andalucía. «Estoy segura de que saldrá adelante; tan extremeños son los alumnos de la UEx como los de la Uned y deben tener las mismas posibilidades de acceso a la universidad», insiste. A su juicio se trata de una medida «importantísima y positiva porque premia el esfuerzo del alumno, no es un regalo sin más». Este centro placentino cuenta con unos 1.300 alumnos. «Es gente muy motivada que se sacrifica mucho para aprobar porque tiene también responsabilidades familiares o laborales». Advierte, además, de que el perfil del estudiante a distancia ha cambiado: «personas que se quedaron en paro por la crisis y alumnos más jóvenes que acceden por primera vez a un grado».