Las terapias contra las drogas son de una gran complejidad. Las más avanzadas son las de los centros terapéuticos, mientras que en el resto de los niveles asistenciales los objetivos que se marcan difieren en gran medida.

Según los datos de los responsables de la comunidad de la ´Casa Roja´ de Llerena, uno de cada cuatro pacientes completa el tratamiento permaneciendo en torno a un año interno. Sin embargo, esta tasa de éxito (del 25%) no es real, puesto que cerca de la mitad recae a medio plazo. Al ser de tipo voluntario, aquellos que quieren o que no cumplen las normas marcadas se marchan antes de tiempo.

Aunque se trata de terapias individualizadas, de forma general se dividen en dos fases. La primera es la desintoxicación, que dura de uno a tres meses según el caso. Posteriormente se aborda la deshabituación (de 6 a 9 meses), cuyo objetivo es eliminar los hábitos que han llevado al consumo e instaurar otros nuevos.

De forma paralela a ambas se desarrolla la reinserción social y laboral, que trata de retomar las áreas de la vida del paciente que abandonó debido por la droga.