"Tremendo, tememos que el impacto negativo sobre la hostelería extremeña puede ser tremendo". Esta es la contundencia con la que se pronuncia el presidente de la Confederación Extremeña de Turismo, José Luis Ascarza, sobre la repercusión de la subida del IVA en el sector al que representa, que considera muy castigado por la crisis. "Se espera de nosotros que sustituyamos el tirón que antes tenía la construcción y las Administraciones afirman que nos van a apoyar para lograrlo --por ejemplo, se nos identifica como área estratégica en el Pacto Social y Político de Reformas por Extremadura--, pero no sé cómo", expone Ascarza.

Muy al contrario, este se queja no solo del perjuicio directo que supone un incremento del 1% en el tipo de IVA al que están sometidos (el reducido), sino del efecto general de la subida de impuestos sobre el consumo, cuya retracción da por segura. "Extremadura se nutre sobre todo del turismo familiar y solo hay que estar en la calle para saber cuánta gente está prescindiendo de sus vacaciones y de muchas otras cosas, pero el hostelero es un sector especialmente perjudicado por los recortes".