Patricia Pérez y Alberto Terrón, maestra y profesor de Formación Profesional, prefieren no quejarse de su situación. "Nuestros trabajos nos permiten un horario bastante compatible con la guardería y, después, el colegio", comentan. Pero al mismo tiempo son conscientes de las dificultades a las que deben hacer frente otros padres, con menos posibilidades.

Por ello, se muestran convencidos de que debería haber "muchísimas más guarderías públicas, igual que ocurre con el resto de enseñanzas". Este apoyo, consideran, "es bastante más necesario que ayudas como las de los 2.500 euros por hijo. Por supuesto, sí, ese dinero está bien al principio, pero no aporta soluciones a largo plazo".