Nivel de formación y posibilidades de encontrar o mantener un empleo van íntimamente relacionadas según muestran los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), realidad que ha quedado más en evidencia con el recrudecimiento de la crisis. Un primer vistazo a las cifras de la EPA muestra que en Extremadura el paro entre los universitarios apenas ha crecido un punto y medio en los últimos dos años, pasando del 6% al 7,5%, mientras que entre aquellos trabajadores que, como mucho, cuentan con la formación obligatoria (hasta cuarto de ESO), el desempleo se ha cebado, y la tasa ha crecido en 4,5 puntos, pasando del 14,4% al 18,9%.

En el tercer trimestre del 2006, cuando la crisis aún apenas había comenzado a vislumbrarse, en la Comunidad Extremeña había casi 229.000 trabajadores con escasa cualificación que tenían empleo. Ahora, pese al incremento de la población activa --31.000 personas más que quieren incorporarse al mercado de trabajo--, hay 3.000 trabajadores empleados menos entre este colectivo. Esto viene motivado porque durante el último bienio algo más de 11.000 personas con escasa formación han buscado trabajo, pero no sólo no lo han conseguido ellos, incrementando por tanto las cifras del paro, sino que 3.000 trabajadores han quedado sin empleo.

Entre los titulados universitarios se da el fenómeno contrario. Si en el tercer trimestre del 2006 había 109.400 activos, de los que casi 103.000 tenían empleo y había 6.600 parados, ahora la población universitaria activa ha crecido en más de 9.000 personas, pero 7.000 de ellas han logrado un empleo y poco más de 2.000 aún no han conseguido incorporarse al mercado laboral.

FRANJA INTERMEDIA En cuanto a la franja intermedia, esto es, las personas que han continuado su formación más allá de la etapa obligatoria --estudiando Bachillerato o FP-- pero sin hacer una carrera universitaria, su peso en la población activa en Extremadura es menor que el de los dos colectivos anteriores.

Esto viene motivado porque la mayor parte de los que completan enseñanza postobligatoria lo hacen con vistas a la universidad, y su evolución se acerca más a la de los titulados que a la de los poco cualificados.

Así, la población activa en este grupo ha crecido en 10.000 personas en los últimos dos años, superando los 88.000. De ellos, 7.500 se han incorporado al mercado laboral, mientras que 2.300 aún están en el paro.

En tasas, el desempleo ha crecido en este colectivo en 1,6 puntos --casi lo mismo que entre los universitarios-- y se sitúa en el 10,3%.

Estos datos suponen que la crisis ha abierto aún más la brecha entre trabajadores cualificados y no cualificados. Si al inicio de la misma la diferencia en tasa de paro entre los menos formados y los universitarios era de 6,4 puntos, ahora, sólo dos años después, la distancia alcanza los 11,5 puntos, casi el doble.

Mientras, entre los que tienen una formación intermedia y los universitarios la diferencia se mantiene casi intacta: 2,7 puntos en el 2006 y 2,8 puntos ahora.

De hecho, el reparto del desempleo refleja esta evolución. Actualmente hay en la región 19.400 parados más que hace dos años.

Casi ocho de cada diez nuevosdesempleados pertenecen al grupode personas con baja cualificación,uno al de cualificaciónmedia y otro al universitario.Además, entre los dos colectivosmejor formados no sólo nose ha destruido empleo neto, sinoque ha crecido, lo que significaque el pequeño incrementodel desempleo en estos grupos sedebe que hay más población activaque el mercado laboral noha sido capaz de absorber. De estemodo, a finales del 2006 habíaen Extremadura casi 405.000personas con empleo, que ahorason 416.000. Pues bien, el incrementode ocupados se lo han repartidocasi al 50% los dos gruposde formación postobligatoriay universitaria.