También los alojamientos rurales podrían verse afectados por la crisis económica que, según predicen los hoteleros extremeños, este verano perjudicará al sector. Sin embargo, no es el caso de la Casa Rural Pizarro, que Raquel Sánchez regenta en el municipio cacereño de Conquista de la Sierra.

Según explica: "La verdad es que de momento no he notado ninguna diferencia respecto a otros años. Además, en los meses de junio y julio nosotros apenas tenemos movimiento, porque la temporada alta del turismo rural extremeño se sitúa más bien en torno a los meses de primavera e invierno y, en nuestro caso, sobre todo en la época de caza". De hecho, es cierto que según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), las pernoctaciones en este tipo de alojamientos se incrementaron en un 14,9% en todo el país durante el mes de mayo, cuando se alcanzaron las 606.500 (22.148 en Extremadura), lo que significa que, por ahora, este sector no se está viendo afectado por la crisis.

Además, continúa la gerente del establecimiento conquisteño, "las casas rurales --o al menos la nuestra-- suelen contar con un cupo de clientes prácticamente fijo, es decir, que siempre acuden las mismas personas, procedentes tanto de la propia región como de otras comunidades. Además, vienen no solo para practicar el deporte cinegético, sino también para contemplar los maravillosos paisajes que encuentran durante la primavera y el invierno, las épocas en que recibimos más llegadas".

Tal y como propone el Gobierno regional, una de las acciones que se podría llevar a cabo para fomentar la práctica de este tipo de turismo es la promoción de estas zonas durante los meses de periodo estival, ya que como apunta Raquel Sánchez "En esta época solo se salva la zona de La Vera, pues con 40 grados de temperatura la gente es muy reticente a la hora de visitar los Llanos de Trujillo".