"Lo hemos visto por la mañana. Hemos perdido libros, facturas, el ordenador, las estanterías... Todo está para tirar. El agua cubría unos cincuenta centímetros y ha entrado por la calle, porque los sumideros no daban a basto. Todavía no tengo palabras. Te ríes por no llorar", contaron Gloria y Luis Antonio González en la Librería Renacer.