El campo extremeño ha perdido en tan solo un año cerca de 12.000 hectáreas de tabaco y tomate, lo que supone un recorte superior al 25% de la superficie que hasta el 2005 venían dedicando a estos dos cultivos los agricultores de la región. La culpa, según coinciden en señalar la Administración central y las organizaciones agrarias, es de los cambios en el sistema de ayudas de la Unión Europea y las sanciones impuestas por producir por encima de las cuotas marcadas desde Bruselas.

La mayor reducción de superficie ha correspondido al tomate. Los productores extremeños, que siguen liderando el sector, solo sembraron 15.000 hectáreas el pasado año, frente a las 23.902 destinadas a esta hortaliza durante el 2005. Un descenso que, desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, atribuyen a las penalizaciones comunitarias por superar la producción asignada a España en las últimas campañas.

El tabaco no ha salido mucho mejor parado. Los datos de la Encuesta sobre superficies y rendimientos que realiza el ministerio muestran cómo su área de cultivo en Extremadura, concentrada sobre todo en el norte de la provincia de Cáceres, ha caído cerca de un 25%. Y de nuevo se mira a la UE a la hora de buscar responsabilidades. "El tabaco se ha visto afectado por el desacoplamiento parcial de las ayudas comunitarias", explican en su informe fuentes ministeriales, que recuerdan que el 2006 ha sido el primer año de aplicación efectiva de la Organización Común del Mercado (OCM) de este cultivo industrial.

AÑO DE CAMBIOS Tan solo en Extremadura, que concentra más del 85% de la producción nacional de tabaco, la superficie explotada ha pasado de las casi 12.000 hectáreas anuales desde el 2002 a las 8.036 registradas el pasado verano.

No obstante, las medidas comunitarias no han sido las únicas circunstancias que han influido en el recorte de las explotaciones. En el Ministerio de Agricultura señalan que el 2006 ha sido un año "de importantes cambios" para todo el campo español debido "a la implantación del Régimen de Pago Unico y las variaciones en las políticas sectoriales dentro de la Política Agraria Común de la UE, y por las especiales condiciones meteorológicas, que han conducido a un segundo año de sequía".

Este diagnóstico es compartido, al menos en parte, por las organizaciones agrarias de la región. Pepe Cruz, secretario de Agricultura de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), destaca que las decisiones de la Unión Europea --tanto el pago único como las sanciones-- han sido un duro golpe para el campo extremeño. Sin embargo, advierte de que no ha sido el único. "La reducción de hectáreas de tabaco no se debe solo al pago único. También es una consecuencia de la situación del mercado y los precios, porque el agricultor se encuentra con gastos de producción superiores a los beneficios que pueden obtener", explica.

DESCENSO DE PRECIOS En su opinión, algo similar ha ocurrido con el tomate: "La campaña ha estado marcada tanto por las sanciones como por la bajada generalizada de los precios, lo que obliga a sacar la producción por debajo de su coste y, por tanto, no hay rentabilidad".

Desde la asociación de agricultores y ganaderos APAG el análisis no es muy diferente y señalan a la "malísima política agraria de España" como responsable del retroceso del tabaco y el tomate. "La reforma de la Política Agraria Común ha demostrado lo perjudicial que era el desacoplamiento parcial de las ayudas, que están llevando al abandono de cultivos como el tabaco", apunta su presidente regional, Bibiano Serrano. Para su organización, esta medida ha servido para "firmar la condena de

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