Un buen método para comprobar que el fraude en el mercado laboral está aumentando es observar el dinero recaudado a través de las sanciones interpuestas por los inspectores de trabajo. Así, si en todo el 2008 la Inspección de Trabajo tramitó multas por un valor total de 864.107 euros, en lo que va de 2009 esta cifra se ha superado con creces, hasta superar los 1.300.000 euros.

Esta situación no se limita a Extremadura. En el conjunto del país, se espera llegar a una recaudación récord de 320 millones de euros, ya que hace seis años la cifra registrada fue de 100 millones menos.

El deterioro del mercado laboral por la crisis lleva a muchos desempleados a buscar una fuente alternativa de ingresos en el mercado negro . Para muchos otros, se convierte en una vía para complementar los escasos ingresos que le reporta su empleo o las prestaciones.

Con todo, la economía sumergida no para de crecer. Un informe del Banco Mundial la situaba en 2007 en torno al 22,6% del PIB de España, pero ya advierte de que la crisis financiera y sus consecuencias negativas en el mercado laboral podrían haber aumentado esta cifra hasta el 25%, lo que equivale a un montante de 250.000 millones de euros, más de 3.500 millones solo para el caso de Extremadura.

Otro dato que indica el aumento de la economía sumergida es la cada vez mayor presencia de dinero en billetes en circulación. Los billetes grandes mantienen estable su número. Los que más han aumentado su demanda son los de 50 euros, que son los que están más ocultos a los ojos de Hacienda. Son además, los más fáciles de utilizar en los sectores minoristas más proclives al pago con dinero negro, como el de las chapuzas y el comercio.