Fue una madrugada de noviembre del 97 para olvidar. O no. Una gran avenida del Rivillas y el Calamón, en el centro de Badajoz, provocó la muerte de 23 personas. ¿Se pudo evitar? La pregunta sigue en el aire. Lo cierto es que tras la riada sangrienta llegó otra de carácter solidario de la población extremeña y española.