La línea de Alta Velocidad ha surcado un sinuoso camino hasta llegar al anuncio de nuevas obras, cuya primera fase para los próximos trece meses, presupuestada en 900 millones de euros en Extremadura, culminó ayer con la aprobación de tres subtramos del trazado Casas de Millán-Cáceres. La ´asignatura pendiente´ de Fomento es la ubicación de algunas estaciones.

Aunque con cuentagotas, el trazado que discurre por Extremadura ha ido superando obstáculos y ya se visualizan algunos tramos en obras. Sin embargo, los que han de atravesar las provincias de Toledo y Madrid están muy retrasados, lo que impediría que los trenes AVE pudieran circular desde Madrid a Badajoz en un horizonte inferior a cuatro años.

Otro impedimento que parece solventado es el trazado portugués. Tras el rifirrafe entre los candidatos presidenciales durante las elecciones de septiembre, Sócrates y Ferreira Leite, la victoria del primero ha allanado el camino y la próxima semana, el Ejecutivo luso iniciará los trámites para empezar las obras, primero de Caya a Poceirao, y en el 2010, de Poceirao a Lisboa. La línea Oporto-Vigo queda ´aparcada´ hasta al menos el 2015.