El Ejército de Turquía se comprometió ayer a no entrar en el norte de Irak sin el visto bueno de Estados Unidos. Tras largas jornadas de tira y afloja entre Ankara y Washington, este compromiso llegó justo un día después de que George Bush propusiera al Congreso de EEUU conceder a Turquía un paquete de ayudas económicas por valor de hasta 8.500 millones de euros (1,4 billones de pesetas).

Con todo, del anuncio colgaba un claro reproche a Washington y a la Unión Europea. "Si algún día se pierde el control sobre esta región, espero que nuestros amigos no nos pidan entonces que hagamos lo que no quieren que hagamos ahora", avisó la máxima autoridad militar turca, Hilmi Ozkok, general jefe del Estado mayor, en un comunicado leído ante los periodistas en Diyarbakir, a 200 kilómetros de la frontera con Irak.

Los militares turcos no renuncian a entrar en Irak; simplemente aceptan no hacerlo sin luz verde de EEUU. Ozkok expresó su preocupación por una avalancha de refugiados kurdos del norte de Irak sobre la frontera turca, por posibles enfrentamientos entre kurdos y la minoría turcomana iraquí, apoyada por Turquía, y por un eventual ataque contra los militares turcos destacados en el norte de Irak desde la guerra del Golfo, en 1991. Pero el principal temor de Ankara, según admiten fuentes diplomáticas turcas, es que, tras la crisis, las guerrillas kurdas de Irak, aliadas de EEUU contra Sadam, puedan exigir la independencia o el control de los yacimientos petrolíferos de Mosul y Kirkuk, en el Kurdistán iraquí, o ambas cosas a la vez.

MIEDO A LA INDEPENDENCIA

Ozkok se refirió a este asunto, aunque de forma poco explícita: "Ciertos grupos (los kurdos) podrían desestabilizar la región (incluido el sureste de Turquía, de mayoría kurda)". Y en este punto volvió a reprender a EEUU y a la UE: "Y algunos países podrían estar ayudándolos sin saberlo".

"Estamos evaluando la necesidad de enviar más tropas al norte de Irak (...), pero en todo caso eso deberá ser coordinado por EEUU", declaró Ozkok.

La ayuda a Turquía propuesta por Bush, aunque debe ser votada por el Congreso y es muy inferior a la que retiró EEUU en respuesta al veto de Ankara a sus tropas, calentó ayer los ateridos mercados financieros turcos.

La UE también ha propuesto esta semana aumentar sus ayudas a Turquía hasta 1.050 millones de euros (casi 175.000 millones de pesetas) para el trienio 2004-2006, aunque ha advertido con claridad de que ese dinero puede quedar en nada si Turquía entra por las bravas en Irak.