La Unión Europea tendrá enormes dificultades para cooperar financieramente a gran escala en la reparación de los daños causados por la guerra en Irak si el ataque militar no cuenta con la autorización previa de la ONU, según advirtió ayer en el pleno del Parlamento Europeo el comisario de Relaciones Exteriores, Chris Patten.

"Debido al papel de la ONU como única fuente de legitimidad, es de una importancia crucial que, si se desencadena una guerra contra Irak, la ONU debe autorizar el ataque", afirmó Patten en medio de los aplausos de los eurodiputados.

El comisario británico rechazó los planteamientos del presidente norteamericano, George Bush, y del presidente del Gobierno español, José María Aznar, de que no es necesaria esa autorización de la ONU. La UE, señaló Patten, está preparada para facilitar ayuda humanitaria urgente a las víctimas de la guerra y a los refugiados en los países limítrofes por un importe de 15 millones de euros (2.500 millones de pesetas).

AYUDA SIN CONTROL MILITAR

Patten rechazó tajantemente que esa ayuda pueda quedar bajo control militar norteamericano como pretende Bush. "La UE debe permanecer libre para dar una ayuda independiente e imparcial", señaló Patten.

La Comisión Europea precisó que una cosa es la ayuda humanitaria urgente y otra muy distinta costear la reparación de los daños provocados por una guerra ilegal.

La UE, indicó Patten, tendrá "muy difícil en cualquier circunstancia" financiar programas de reconstrucción a gran escala en Irak porque ya está comprometido en ayudas masivas a los Balcanes, Afganistán y los territorios palestinos, entre otros. "Pero será muchísimo más difícil para la UE cooperar plenamente y a gran escala en un proceso de reconstrucción a largo plazo si la acción se desencadena sin la adecuada autorización de la ONU", recalcó Patten. Todos los grupos parlamentarios, salvo el popular, reclamaron dar más tiempo a los inspectores de desarme y acusaron a Estados Unidos de desestabilizar al mundo.