La Unión Europea respaldó ayer, con el voto en contra de España, que quedó aislada en su posición, las reformas del aceite de oliva, tabaco y algodón, que perjudican a la agricultura extremeña (donde existen 60.000 explotaciones de olivar y 4.000 de tabaco). El recorte de ayudas a partir del 2006 para los tres sectores se consuma. En el tabaco, finalmente se logró frenar parcialmente la pretensión de Franz Fischler, comisario de Agricultura, que habría supuesto la muerte del sector a corto plazo.

Las reformas aprobadas por los ministros europeos de Agricultura en su reunión de Luxemburgo han causado cierta decepción en Extremadura y gran malestar en España, ya que no existe precedente de que se modifiquen ayudas contra la opinión de un país que lidera la producción, como ha ocurrido en los casos del aceite y el algodón.

Veinte horas de negociación, que culminaron meses de contactos previos, concluyeron con una decisión que desvincula parcialmente los pagos de la producción en aceite y tabaco. Es decir, una parte de las ayudas se abonarán por derechos históricos, no por lo que se coseche.

LUCHA HASTA EL LIMITE Tras el controvertido acuerdo, la ministra española de Agricultura, Elena Espinosa, manifestó: "He luchado hasta el límite" para evitar que salieran adelante las reformas, que "no complacen" a España. Espinosa indicó que las concesiones que ofrecía Fischler, especialmente en el aceite de oliva "eran una moneda de cambio y aceptarlas hubiera tenido un coste muy alto", en referencia al aumento de presupuesto que ofrecía la Comisión Europea para los olivareros españoles, de 20 millones de euros, frente a los 119 millones de euros adicionales que había pedido España.

La ministra dijo que la negociación de estas reformas había comenzado con peticiones "muy elevadas", que fueron rechazadas y que "España era el único país con situaciones complejas en los tres sectores". El Gobierno no logró mantener un acuerdo de bloqueo de los cinco productores (Francia, Grecia, Italia, Portugal y España), ya que los cuatro aliados se desvincularon de la posición española al ofrecérseles otras compensaciones.

Desde Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, mostró una "satisfacción moderada" por la reforma tabaquera, que "permite seguir cultivando, aunque quizá con un beneficio menor".

El presidente extremeño añadió que "tenemos hasta el 2009 o 2010 para volver a plantear el asunto" tiempo que el gobierno de Extremadura empleará en "seguir trabajando, peleando y convenciendo de que hay determinados cultivos que además de rendimiento económico, tienen un alto rendimiento social".

MAL Y REGULAR El consejero de Agricultura, José Luis Quintana, comentó que los olivareros recibirán entre el 60% y el 100% de la ayuda sin depender de la producción, mientras que para el tabaco se desvincula, a partir del 2005 y hasta el 2010, el 40%, y el resto se pagará por lo que se coseche. Después del 2010, toda la ayuda al sector será independiente de la producción, y la mitad será para los agricultores por derechos históricos, y la otra mitad para que se impulsen medidas de desarrollo que beneficien a las zonas productoras.

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