Las líneas telefónicas de las delegaciones nacionales de España, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Italia y Austria en el Consejo de Ministros de la Unión Europea (UE) en Bruselas estaban sometidas a un sistema de escuchas con "intenciones hostiles", según revelaron ayer los portavoces de la institución. El descubrimiento incrementó la sensación de desconfianza y pesimismo entre los Quince, profundamente enfrentados por la crisis de Irak, la víspera de la cumbre europea de primavera, que se iniciará hoy en ese edificio.

Una investigación, en cooperación con los estados afectados, intenta averiguar el origen de los aparatos. Fuentes oficiales aseguraron que aún no se había podido identificar a quienes estaban detrás de ese sistema de espionaje. Pero fuentes diplomáticas indicaron que las principales sospechas se orientaban hacia los servicios secretos israelís.

El mecanismo de espionaje se descubrió accidentalmente el pasado 28 de febrero durante una revisión de las instalaciones, a raíz de la detección de una anomalía relativa al teléfono interno del edificio, precisaron los portavoces. Los embajadores de los seis países afectados fueron advertidos de inmediato y los otros nueve fueron informados ayer.

El dispositivo electrónico estaba conectado al sistema telefónico del Consejo de Ministros europeo, el centro de decisiones por excelencia de la UE. Una inspección a fondo de la red telefónica permitió descubrir otros equipos idénticos, escondidos en diferentes rincones del edificio.

Los dispositivos electrónicos entraban en funcionamiento cuando se utilizaban las líneas telefónicas de las seis delegaciones.