La Comisaría de Medio Ambiente de la Comisión Europea ha hecho públicos los resultados de los análisis a las aguas de baño de la UE, y, en lo que se refiere a Extremadura, apunta que de las ocho zonas donde se permite el baño --marcadas por el Gobierno español en coordinación con la Junta--, tres incumplen los parámetros mínimos exigidos de calidad, mientras que las otras cinco presentan buenas condiciones.

Así, en el informe se apunta que, un año más, y van doce, con la única excepción desde 1990 del año 2000, el río Guadiana a su paso por Medellín está en una situación que el análisis sitúa entre lo que sería el incumplimiento de las condiciones mínimas y la necesidad de prohibir absolutamente el baño.

Además, y ya en la provincia de Cáceres, se constata una situación poco apta para el baño en la Garganta de Cuartos, cerca de Losar de la Vera, que, como en el caso anterior, lleva doce años, también con la excepción del año 2000, dando niveles que hacen que el baño pueda resultar un riesgo para la salud.

La tercera zona con parámetros por debajo de lo exigido por la Comisaría de Medio Ambiente es la Rivera de Acebo, cerca de la población del mismo nombre, y que fue registrada como zona de baño hace dos veranos. Aquí la situación ha dado un vuelco radical a peor: si en la temporada del 2002 se consideró que sus aguas cumplían de sobra los índices de calidad, en la pasada se integró en la lista de lugares peligrosos para la salud.

CALIDAD EXCELENTE En la parte positiva, el embalse de Orellana presenta, como es su tónica desde 1990, un nivel excelente, que supera las exigencias mínimas y se coloca en el cumplimiento de criterios de calidad que son ya orientativos, no imperativos.

Más destacable es el caso de la Garganta de Pedrochate, que tras haber atravesado bastantes problemas para lograr una calidad aceptable, con suspensos de la UE los años 1992, 1994 a 1998, y 2001 y 2002, vuelve a la lista de zonas de baño de un nivel adecuado. De igual modo, el río Jerte, en la piscina natural cercana a Plasencia, sólo había cumplido en 1993 y 1999, pero desde el 2001 se mantiene como zona de calidad y en la última temporada se coloca, por primera vez, en el escalón más alto del baremo.

Por su parte, el embalse del Zújar mantiene una trayectoria impecable, sólo rota en 1998, y alcanza por quinto año un sobresaliente en la apreciación de la Comisaría de Medio Ambiente.

Finalmente, el embalse de Proserpina, cuya situación de privilegio como zona de baño se rompió en el 2001, donde cayó al último escalón (pasando a recomendarse la prohibición del baño, lo que dio lugar a una agria polémica entre Junta y ayuntamiento que aún colea), no sólo se ha colocado en los parámetros mínimos, sino que alcanza las cotas más altas de calidad dentro de la tabla que elabora la Unión Europea.

Con ello, la situación de las aguas de baño extremeñas no ha variado en los últimos años, ya que se mantiene el mismo equilibrio entre zonas aptas y no aptas, con la única variación de que sale de la lista negra la Garganta de Pedrochate, pero entra en ella la Rivera de Acebo.

SITUACION PREOCUPANTE Aunque a primera vista pudiese parecer que tener sólo tres lugares no recomendados para el baño es un dato positivo, hay que tener en cuenta que los análisis de la UE se realizan en las zonas previamente seleccionadas por el Gobierno regional y no en todos los lugares susceptibles de acoger bañistas en cada región.

De hecho, en España sólo se han declarado ante Bruselas 171 zonas de baño, de las que tres tiene un nivel ínfimo, que aconseja prohibir el baño; las tres situadas en el cauce del Genal (Málaga), y 4 --las tres extremeñas más el Pisuerga-- índices por debajo del mínimo recomendado.

Así, en la relación extremeña faltarían lugares tan frecuentados como el Charco del Puente (Gata), Los Pilones (Cadalso) las piscinas de Perales del Puerto, Villasbuenas de Gata y Cabezuela, las gargantas Ancha, Jaranda y Descuernacabras y los embalses de Brovales, García Sola, Zalamea y Entrerríos.