Los retenes de incendios y los guardas forestales son algunos de los que han trabajado, y continúan haciéndolo, de forma silenciosa por la conservación de Monfragüe. Por eso ayer era para ellos una jornada también especial y quisieron, merecidamente, disfrutarla.

José Luis Bravo lleva 20 años integrado en uno de los retenes de incendio del parque y recuerda como poco a poco "ha ido creciendo el interés de todo el mundo por este espacio".

Para él, el momento "clave" fue el incendio que asoló una parte importante del parque "hace unos diez años". "Yo estaba ya integrado en uno de los retenes y recuerdo perfectamente como a partir de ese incendio la Administración despertó y se dio cuenta de que había que proteger esta zona".

En este momento 80 retenes se ocupan cada año de velar por la prevención de los incendios "además de algunos privados, que son los menos", apunta Bravo, aunque cree que este año, debido a la nueva condición de parque nacional se extremarán más las precauciones y contarán con más personal en la prevención de incendios. "A ver si ese dinero que dicen que le van a dar al parque la notamos en la mejora y renovación de algunos de los equipos más antiguos", dice en referencia al anuncio de la ministra Narbona de invertir 6 millones de euros en el parque en el 2008.