El concepto de Unión Europea, extendido a muchos campos, tiene aún vacíos donde cada país funciona por su cuenta. En el tema aeroespacial, y más concretamente en el de la alta tecnología aplicada al diseño de aviones, tanto para usos civiles como militares, el paso lo dio en su día la empresa privada o semipública, con la unión de las tres principales firmas que operaban en el continente. De ahí surgió EADS, que con esta nueva fórmula entró a competir con las compañías líderes del mundo.

Entre otros cometidos, este consorcio diseña sistemas de formación de pilotos. Aquí es donde la unión todavía no se daba. Cada país formaba a los suyos o los enviaba fuera de Europa, aunque en muchas ocasiones tanto los sistemas como los propios aviones eran los mismos, los de EADS. Esto suponía que una docena de países tenían que mantener cada año medio millar de aparatos para formar unos 300 pilotos. Este operativo multiplicaba los costes y restaba eficiencia en el uso de aplicaciones avanzadas.

Los responsables militares de los distintos países buscaron una solución, que vino de la mano de una consultora: unir las escuelas, de modo que apenas sería necesaria la cuarta parte de los aviones de adiestramiento (alrededor de 125), además de en torno a 25 simuladores y tres bases en todo el continente.

Pero el proyecto se planteaba a un horizonte de no menos de una década, y había ya Estados que tenían un problema acuciante y se enfrentaban a la decisión de encontrar una solución, siquiera provisional, o realizar fuertes inversiones en modernizar instalaciones obsoletas y poco adecuadas para las exigencias de la aviación de combate.

EADS propuso entonces crear centros para superar este problema y que a la vez sirviesen de experiencia piloto para cuando se tomase la decisión definitiva. Ahí es donde entró en juego Talavera.

En principio, con el paso anunciado ayer, la base extremeña sería una de las tres europeas que formarían a pilotos de otras naciones, pero el plan va más allá. Se trata de estar en buena posición para cuando dentro de diez años se unifiquen las escuelas europeas de pilotos y ser el único centro formativo del continente.

A favor de Talavera juega su gran espacio aéreo, la escasez de interferencias del tráfico civil y un terreno adecuado para las prácticas de los alumnos.

Inicialmente, la formación sería en los F-5M adaptados. Más adelante se contaría con el Eurotraining, ahora en pleno desarrollo. Mientras, el Ejército del Aire hace los deberes: nuevo simulador de misión de vuelo, sistemas de briefing/debriefing (planteamiento de las misiones de entrenamiento y análisis posterior del resultado) y herramientas CBT´S, que son sistemas de adiestramiento asistidos por ordenador.