Los cambios sociales obligan a realizar variaciones en una institución tan tradicional como la universidad, que también ha tenido que adaptarse a las necesidad de una sociedad cada vez más dinámica y donde el tiempo libre empieza a ser considerado un artículo de lujo . Para ello ha nacido la denominada universidad virtual, aquella que va más allá del ordenador por cada dos alumnos y habilita uno por estudiante para que se conecte desde cualquier parte del planeta y sin moverse de casa si así lo prefiere. Sus particularidades rompen con todos los esquemas tradicionales de la comunidad universitaria.

Los estudiantes que desean cursar a distancia son quienes más se benefician de las nuevas tecnologías y habitualmente se trata de personas que disponen de poco tiempo para dedicarlo al estudio.

En este sentido, la universidad virtual se diferencia de la tradicional y de la de educación a distancia en varios aspectos, tales como el escenario donde ocurre y la infraestructura que lo sostiene, ya que no se circula entre edificios, calles y jardines, sino entre los diferentes sitios de un mundo virtual. Además, la dimensión del tiempo es distinta. Mientras en la universidad presencial todas las actividades son necesariamente sincrónicas, en la virtual cada alumno se reparte el horario a su gusto. En el caso de la universidad a distancia, la tecnología que soporta es el correo postal, mientras que en la virtual tiene como soporte la informática asociada a las telecomunicaciones, donde las distancias físicas no existen.

Modelo transgresor

Otro aspecto importante es que aquí cambian los modos de relación entre los miembros de la comunidad universitaria, así como las formas de enseñar, aprender e investigar.

Así, por ejemplo, un profesor virtual utiliza los instrumentos del correo electrónico y el chat para comunicarse con sus alumnos; y las asignaturas que se imparten deben enseñar a vivir y trabajar en un mundo globalizado y urbanizado.

Todo esto hace que la universidad virtual incluye a todos aquellos que no forman parte de la universidad que todo el mundo conoce, los que por falta de tiempo y la distancia física no pueden acudir a clase ni consultar a los profesores in situ .

Por estas circunstancias, la enseñanza virtual a distancia está tomando cada vez mayor fuerza en las universidades españolas, sobre todo por las ventajas que supone elegir qué estudiar y cuándo hacerlo, sin necesidad de desplazarse.