Más de 40.000 mayores extremeños viven solos, más de un tercio de ellos sufre algún tipo de discapacidad y únicamente un 3% desarrolla una actividad laboral fuera del hogar. Son datos extraídos del estudio Las personas mayores en España 2004 , elaborado por el Imserso a partir de las estadísticas de diferentes entidades, como el INE, el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y las distintas consejerías autonómicas de Bienestar Social. En Extremadura, la población por encima de la edad de jubilación ha pasado en sólo una década del 15,3% del total contabilizado en 1993, al 19,4% del 2003 (la media española ha pasado del 13,8% al 17%), cuando ya superaba en un 24,4% a la de los menores de 14 años. De los 207.973 mayores registrados en este último ejercicio, 89.267 (42,9%) eran hombres y 118.706 (57,1%) mujeres.

Extremadura es la sexta comunidad española con un mayor número de ancianos, tras Castilla y León, Asturias, Aragón, Galicia y Castilla-La Mancha. El informe del Imserso señala a Extremadura, junto a Asturias, País Vasco y Andalucía, como las regiones que más avanzan en el ránking de envejecimiento respecto al anterior estudio, efectuado en el año 2000.

MENOR NATALIDAD Tras este paulatino envejecimiento de la población están el progresivo descenso de la tasa de natalidad y el incremento de la esperanza de vida, que entre 1975 y el 2000 ha subido en Extremadura casi un lustro, hasta situarse en los 79,1 años (75,8 para los varones y 82,4 para las mujeres). Dos terceras partes de este colectivo (66,8%) se concentra en municipios de menos de 10.000 habitantes.

En cuanto a los hábitos de convivencia, uno de cada cinco mayores de la región (21,6%, 42.466 personas), viven solos, frente a los considerados como generadores de núcleos familiares (lo hacen en su propia casa, con su pareja y/o con algún descendiente), que suponen un 67%. Un 8,9 reside en otros núcleos familiares y apenas un 2,6% lo hace en viviendas colectivas.

Es significativo que el promedio de mujeres que viven solas sea más del doble que el de los varones (28,3 frente a 12,7%). La tasa de soledad --porcentaje de mayores que viven solos con respecto a la población-- va creciendo conforme es superior la edad. Así, la mayor tasa se da entre las mujeres de 85 a 89 años (un 44,9%), tramo de edad donde en ambos sexos la proporción es del 38,3%.

DISCAPACIDAD Otra variable que va subiendo a medida que lo hacen los años es la de la discapacidad. El estudio del Imserso recoge a 67.189 mayores extremeños (35,7% del total) que sufren algún tipo de discapacidad. La tasa se dispara desde el 20% entre los 64 y los 69 al 71% en los de más de 81. Los problemas más frecuentes son el de no poder desplazarse fuera de hogar (25,3 de cada cien ancianos) y el de ser incapaz de realizar las tareas domésticas (20,5%). A continuación figuran no poder desplazarse (15,2%) y los problemas de la vista (14,7%).

A la hora de cuidar a los mayores con discapacidad, llama la atención que sean las hijas las que lo hagan en un 27,2% de estas situaciones, por apenas un 6,7% de veces que se encarga un hijo varón (por detrás, incluso, del epígrafe otros parientes , que concentra un 13,3%). El cónyuge del discapacitado es el responsable de esta tarea en un 25,3 de los casos y un empleado, amigo o vecino en un 11%. Igualmente, es reseñable que un 18,6% de los mayores discapacitados extremeños viven solos y un 46,2% lo hace sólo con una persona.