Uno de los cinco incendios que ayer permanecían activos en Portugal atravesó sobre las 17.45 horas la frontera con Extremadura, afectando al término municipal de Cedillo. Anoche aún permanecía sin control, según confirmó la Junta de Extremadura a EL PERIODICO.

Las llamas llegaron desde la localidad lusa Povas das Meadas, atravesaron un afluente del Tajo --el Server-- y afectaron a la finca extremeña Dehesa de Solana, según ha relatado un residente de Cedillo a este periódico.

Antes de que el fuego llegara a la región, la Junta ya colaboraba con las autoridades portuguesas en la extinción aportando un helicóptero. Una vez que el fuego alcanzó tierras extremeñas, la administración regional desplazó a la zona cinco helicópteros y dos hidroaviones, que tuvieron que cesar en sus tareas cuando el sol se ocultó. También trabajaban en la extinción seis retenes y seis unidades de maquinaria pesada.

El objetivo, según indicó la Junta, era realizar un cortafuegos aprovechando las horas nocturnas para tratar de frenar las llamas. Durante el día de hoy, estaba previsto continuar con los medios aéreos si aún no se había conseguido apagar el fuego.

Aunque aún no hay datos de la superficie afectada, ésta ha sido principalmente de eucalipto y una zona de matorral.

EN AVILA Y TOLEDO Respecto al incendio que el pasado sábado se inició en el municipio abulense de Casavieja, había calcinado hasta la tarde de ayer unas 700 hectáreas de superficie forestal, con un perímetro de diez kilómetros. Esta localidad de Avila se encuentra a unos 60 kilómetros de la provincia cacereña pero las llamas avanzaban ayer en sentido contrario. El de los Montes de Toledo ya está definitivamente extinguido.