--¿Guillermo Fernández Vara está preocupado por España?

--Claro que sí.

--¿De cero a diez?

--Nueve.

--¿Y la culpa de quién es?

--Está muy repartida, pero básicamente de los independentistas. Yo dije hace mucho tiempo que el problema no era lo que pudieran decir los independentistas, que van a lo suyo, como el discurso de algunos del resto de España, muy de identidades o de banderas. Pero, ojo, aquí hay una raya y la han cruzado quienes la han cruzado. Son los que en 2018 aprobaron leyes en el Parlamento catalán que van en contra de la esencia de la Constitución cuando dice que la soberanía nacional reside en el pueblo español y que España es la patria común e indivisible de todos los españoles.

--Pero están en la cárcel o se han fugado.

--En efecto. El Estado de derecho reaccionó con fortaleza y unidad de todos los partidos constitucionales. Una pregunta: ¿Por qué estos ya no aprueban leyes en su Parlamento? Porque no quieren ir a la cárcel. Es más fácil ir a Waterloo a reunirse con Puigdemont o hacer reuniones todos los días que aprobar leyes en el Parlamento. Porque si lo hacen tiene consecuencias. La democracia española ha conseguido que estos señores ya no se atrevan a cruzar la raya. Pero en paralelo a esto debemos conseguir que aumente el número de constitucionalistas y decrezca el número de independentistas.

--¿Y por qué se ha puesto en duda la españolidad del PSOE?

--No sé, por intereses de otros. Pero cuando España ha necesitado al PSOE ahí ha estado. Yo recuerdo que en el 155, cuando estaba justificado aplicarlo por parte del Gobierno del PP, el PSOE estuvo. ¿Y sabe cómo estuvo? Sin decirlo en los medios pero diciéndoselo al presidente del Gobierno: cuando tú quieras, como tú quieras y a la hora que tú quieras. Fíjese que diferente con respecto a ahora.

--Da la sensación, a veces, de que hay dos PSOE.

--No lo creo. Hay gente que piensa que la única manera de acabar con esto es encontrar un encaje constitucional, una reforma de la Carta Magna. Lo que no vale es no dar soluciones apelando solo a las emociones. Porque da votos, pero no resuelve el problema. A mí a español no me va a ganar nadie, pero quiero que a demócrata tampoco. Es decir, la democracia es el respeto de la legalidad. Aquellos que hoy están pidiendo un día sí y otro también, sin importarles además las consecuencias de desunión que eso provoca, que se tomen decisiones con Cataluña tendrán que argumentarlo. Porque no tengo ninguna duda de que si en Cataluña se volvieran a aprobar leyes que fueran en contra de la soberanía nacional y en contra de la Constitución habría un 155 aún más duro. Pero hay que respetar la legalidad y actuar siempre con el respaldo de la ley, porque lo peor que le puede pasar al Reino de España es que cualquier decisión que se adopte sobre Cataluña se la tumben los tribunales europeos. Esto es lo racional, no lo emocional. Lo responsable. Si se nos deja de tomar en serio en Europa lo habremos perdido todo.

--El PSOE está atado de pies y manos con Cataluña, necesita el voto de los independentistas para aprobar el presupuesto.

--Que hagan lo mismo que nosotros con el PP, que nos abstuvimos y permitimos que en España hubiera un gobierno. Que nos abrimos en canal para que hubiera gobierno. ¿Eso por qué no se compara con lo de ahora? ¿Qué nos falta? ¿22 votos? Ahí los tienen. Imposible ¿verdad? Porque al PSOE se le piden cosas que a la derecha jamás se le pide.

--¿Por qué votaron a favor de aplicar el 155 en Cataluña esta semana en la Asamblea?

--Era una moción muy amplia en el que se apelaba a la transición, el respeto de la Constitución, pero queda claro lo que piensa el PSOE extremeño: que si se dan las circunstancias que se dieron entonces --ojo, y que ahora no se dan--, habrá que aplicar el 155 que para eso está.