"Voy a ser exigente y espero que su regeneración no sea como la del alcalde de Navalvillar". Con estas palabras contestó ayer el presidente del Grupo Parlamentario Socialista, Guillermo Fernández Vara, al presidente de la Junta, José Antonio Monago, tras ser investido. Vara, en una breve intervención, agradeció el reconocimiento que Monago le dedicó tras abrir la sesión, pero le advirtió que la intervención del portavoz de su grupo Luis Alfonso Hernández Carrón, el martes, "ha levantado un muro de hormigón entre las dos organizaciones". El líder socialista reiteró que a partir de ahora será "exigente en la oposición leal" que realizará en Extremadura, y comenzó criticando que el alcalde de Navalvillar, el popular Manuel Sánchez, se haya subido la retribución por junta de gobierno --dos al mes-- de 25 a 700 euros.

"Supe ganar hace cuatro años, y le puedo asegurar que voy a saber perder ahora", aseveró Fernández Vara, quien confirma que una vez perdido el Gobierno, "no se va" sino que se quedará en la Asamblea de Extremadura como diputado "para hacer oposición en una situación que no es fácil". El Pacto Social y Político de Reformas por Extremadura será su hoja de ruta.