El actual modelo basado casi exclusivamente en la competencia del quién se lleva más, quién tiene los niños más listos o la población más alta, está agotado". El presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, reiteró ayer su defensa de la cooperación entre las autonomías, sin la cual advirtió que estas no avanzarán. En su discurso del acto institucional del Día de Extremadura --celebrado anoche en el Teatro Romano de Mérida, como es tradicional--, el dirigente extremeño se desmarcó de "la estrategia permanente de reivindicación frente a España", que tildó de diabólica.

En un año en el que, desde su punto de vista, "lo autonómico ha sido noticia por las sentencias, los desencuentros y los desacuerdos", Vara insistió en su apuesta por "un modelo más cooperativo que competitivo" y desechó seguir a quienes "tienen su máxima aspiración en sentirse distintos y en serlo". En cuanto al Estatuto extremeño, solo lo citó para celebrar el consenso logrado en torno a esa norma, pero no hizo ninguna alusión a su aprobación (prevista, según los últimos anuncios, para este mes), ni a su supuesto bloqueo por las discrepancias sobre la inversiones extraordinarias del Gobierno central en la región que recoge el texto.

En todo caso, el presidente destacó su defensa de Extremadura, "no frente a España, sino como parte indivisible de ella". Para explicar su concepción de la comunidad, recordó parte de uno de sus últimos discursos en la Asamblea, en el que relata por qué le gusta la región, como por ser una "tierra llena de gente capaz y esforzada que asume con valentía las dificultades" o porque "el 57% de la población extremeña tiene estudios medios o superiores frente al 80% de la población analfabeta o que solo tenía estudios primarios hace 27 años".

En ese sentido, abogó por seguir poniendo en valor "lo que nos une" que, según destacó, "se llama Extremadura". En este punto, se refirió a la Patrona, la Virgen de Guadalupe, y aunque rechazó que sea un motivo de discordia --lo que no ha sido nunca, resaltó--, pidió a las autoridades de la Iglesia que escuchen la reivindicación de los extremeños que, organizados desde la sociedad civil --en alusión a la organización cívica Guadalupex--, solicitan que Guadalupe dependa de una diócesis extremeña.

ANUNCIO Como novedad, el presidente de la Junta anunció un incremento de la transparencia de esta administración, que se concretará con la publicación de las modificaciones de los presupuestos --en unas condiciones (con carácter periódico o no...) que aún están por determinar-- y de los modificados y complementarios de los contratos, así como de los que por su cuantía no salen a concurso público --al igual que ahora ya se informa a través de internet de las licitaciones y adjudicaciones--.

Antes, hizo un alegato a favor de la libertad de información, tanto en las propias informaciones que publican los medios de comunicación, como en las reacciones de los propios ciudadanos, cada vez más difundidas a través de internet. "A mí no me gusta verme menospreciado o descalificado en medios y comentarios publicados, pero son el precio de la libertad que cada uno pagamos", aseguró.

También propuso reflexionar sobre el hecho de que los políticos sean el tercer problema más señalado por los ciudadanos en las encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), si bien apostilló que "los datos en Extremadura distan mucho de los generales de España". Por otro lado, el presidente apuntó en su "debe" la protección de los animales, que consideró que debe mejorar en Extremadura, e igualmente insistió en la necesidad de seguir luchando contra la violencia de género.

Pero Vara dejó espacio para el orgullo y recordó que hace unos meses un pueblo de la vecina Salamanca --en alusión a Agallas-- solicitó pasar a depender de Extremadura o el consenso sobre el Pacto Social y Político. Además, destacó la corresponsabilidad asumida por los extremeños, que a su juicio ha supuesto el escaso número de incendios registrado este verano, y apeló a la misma para superar los retos que hay por delante, tanto los derivados de la crisis (destrucción del empleo y de empresas), como otros como la mejora del nivel educativo o la Política Agraria Común (PAC).