Como en una casa: se ahorra recortando gastos o aumentando los ingresos. Fue el sencillo símil al que el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, recurrió ayer para, tras mostrar su apoyo a las medidas anunciadas por el Gobierno central, añadir que Extremadura pondrá en marcha iniciativas complementarias para asumir la "parte que le corresponda" en la lucha contra el déficit. Entre ellas, está estudiando de nuevo --como ya hizo al elaborar los presupuestos para este año-- subir los impuestos (el de las viviendas de alta gama podría ser uno de los primeros afectados) y no descarta recortar ayudas, como las que actualmente reciben las familias extremeñas a partir del segundo de hijo.

El responsable del Ejecutivo autonómico compareció ayer, apenas una hora después de que José Luis Rodríguez Zapatero presentara el nuevo plan de ahorro en gasto público --que incluye medidas como el recorte del 5% del salario de los funcionarios a partir de junio y su congelación en el 2011-- para valorarlo y respaldarlo. Además, avanzó que tomará medidas complementarias y que no puede descartar modificar tipos impositivos.

Aunque inicialmente, no especificó cuáles podrían cambiar, por la tarde citó la tributación de las viviendas de alta gama. Ya en septiembre, el presidente extremeño anunció que incrementaría impuestos que no afectaran al conjunto de la ciudadanía. De los cinco posibles, finalmente optó por el que grava a las instalaciones que afectan al medio ambiente, que sobre todo recae sobre las empresas eléctricas.

APLICACION INMEDIATA Por ahora, aplicará todas las propuestas del Gobierno central en las que tiene competencia, de modo que al menos los 50.600 funcionarios que trabajan en la Administración autonómica o la Uex (hay otros 43.000 más de carácter estatal o local) verán rebajados su salarios. También las retribuciones de los miembros del Ejecutivo extremeño se recortarán en un 15%, aunque Vara no especificó si solo afectará al Consejo de Gobierno o a todos los altos cargos. Lo que sí recordó es que los salarios de todos ellos ya están congelados, así como el plan de reajuste por el que recortará un 30% de altos cargos y las empresas públicas pasarán de 18 a tres.

Además, al igual que Zapatero suprimirá el cheque-bebé a partir del año que viene, el presidente extremeño reconoció que no descarta modificar las ayudas a partir del segundo hijo. En cualquier caso, aseguró que esas decisiones dependen del resultado del Consejo de Política Fiscal y Financiera, que, según dijo, deberá convocarse próximamente y en el que el Gobierno informará a las autonomías de qué parte del ahorro de 1.200 millones deben hacerse cargo.

Por ello, Vara planea dar cuenta de su "paquete de medidas adicionales" a las anunciadas ayer a nivel nacional (y en el que aseguró que ya están trabajando) en el próximo Debate de Política General --o Debate sobre el Estado de la Región--, a finales de junio. Allí emplazó al PP a presentar sus propuestas, si bien a nivel nacional "dio por hecho" que están de acuerdo con el fondo de las presentadas ayer por el presidente del Gobierno, dado que criticaron su retraso y no su contenido.

Sobre el momento escogido para tomar estas medidas, Vara las vinculó con el plan de la UE contra la especulación y cree con el tiempo se podrán valorar "en su justa medida". Por parte de Extremadura, dijo "esperar, confiar y desear" que el recorte no afecte al AVE, pero añadió que la crisis puede provocar que se tarde más en concluir infraestructuras. "Hay que asumir que como país somos más pobres".

Ante este panorama, consideró que la reforma laboral es "imprescindible" y debe llevarse a cabo en unos 15 días. En cuanto a la posible reacción de los sindicatos, reconoció su derecho a reaccionar como crean conveniente, pero confió en su responsabilidad "ante la situación que estamos viviendo".