La vicepresidenta primera y portavoz del Gobierno hasta ayer, María Teresa Fernández de la Vega, se ha despedido hoy en una comparecencia en Moncloa para agradecer su trato y colaboración desde la Casa Real hasta los ciudadanos y periodistas, pasando especialmente por el presidente del Gobierno. Durante el acto, Fernández de la Vega ha asegurado no estar sorprendida por su relevo: "Cuando uno pertenece a un gobierno democrático, está con la maleta hecha". "Sorpresa, no, porque repito, los miembros del Gobierno estamos siempre a disposición de poder dejar el Gobierno, son las reglas del juego democrático, todos las aceptamos con gusto", ha insistido.

De la Vega ha comentado la charla que mantuvo el domingo por la noche con José Luis Rodríguez Zapatero y que el propio presidente adelantó ayer. Ambos hablaron sobre la remodelación del Gobierno. La portavoz, que ha comenzado su intervención agradeciendo el trato recibido por el Rey "y toda su familia", se ha detenido especialmente en explicar el "privilegio" que ha sido para ella trabajar junto con Rodríguez Zapatero "en estos intensos años" y frente a un proyecto "social, comprometido, de ciudadanía y progreso". "Un proyecto que hasta en los momentos más duros ha merecido y merece la pena", ha recalcado.

Fernández de la Vega ha reconocido que ha sido la primera mujer en presidir un Consejo de Ministros, pero ha atribuido ese "mérito" de nuevo al presidente del Gobierno, "que así lo quiso" y ha ejercido una política de igualdad, y a las mujeres que durante décadas "han ido abriendo camino".

Finalmente, ha dado las gracias a sus compañeros en el gabinete de Zapatero, a sus colaboradores, a todas las organizaciones sociales con las que ha trabajado, a los periodistas y a ciudadanos. Estos últimos, ha dicho, han sido el objetivo de su labor y de su vida; atender sus necesidades, sus sueños y su bienestar. "Tanto su afecto como sus críticas me han ayudado a hacer mejor mi trabajo", ha recalcado.