El cruce de declaraciones sobre el foro idóneo donde abordar la financiación autonómica saltó ayer al primer plano de la política nacional. La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, catalogó de "sentido común" que el nuevo modelo de financiación de Cataluña se debata en la Conferencia de Presidentes autonómicos, ya que deberá acordarse "entre todos" en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF).
Por el contrario, el secretario general del PP, Angel Acebes, pidió al jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, un "poquito de seriedad", pues las reformas autonómicas no se pueden abordar "en una mañana".
Según Acebes, esa reunión "difícilmente va a tener ningún éxito", dado que la propuesta de Rodríguez Zapatero de llevar el debate financiero a su seno "ha sido mal recibida por todo el mundo", incluido el PSOE.
Sin embargo, De la Vega argumentó que los ciudadanos "no entenderían muy bien que en una conferencia de presidentes autonómicos no se hablase de un tema del que todo el mundo está hablando".
De la Vega también defendió que la reforma del Estatuto de Cataluña, su nueva financiación y la del resto de comunidades se hagan con criterios de "cooperación", "confianza", "bilateralidad efectiva" y "una multilateralidad necesaria". Algo en lo que coincidió el ministro de Industria, José Montilla, que indicó que la negociación de la financiación, que no está planteada para las comunidades forales, será "abierta" para las demás, con un doble componente, "multilateral" y "bilateral". Además apostilló que el planteamiento catalán es "de máximos y, por supuesto, para negociar".
El ministro de Economía, Pedro Solbes, avisó a Cataluña de que el "cambio de modelo" de financiación que plantea "tiene que respetar las competencias del Estado". El ministro precisó que dichas competencias afectan "a su propia financiación y a la aplicación de una política de solidaridad entre comunidades", un argumento similar al de De la Vega, que recuerda que una cosa es el Estatuto y "otra la financiación".
