Esta década será de vital importancia para la industria regional, ya que, si todos los proyectos previstos desde el 2002 y hasta el 2010 fructifican, habrá inversiones que superarán los 3.000 millones de euros. A esto habría que sumar la generación de en torno a 2.500 empleos directos y, según indican las previsiones, más de 7.000 indirectos. En total hay en marcha una veintena de grandes proyectos, muchos de los cuales se refieren a sectores inéditos hasta la fecha en la comunidad extremeña.

A la hora de analizar las causas de este despegue industrial, los empresarios apuntan directamente a la mejora de las infraestructuras, tanto en los últimos tiempos como las previsiones que hay a medio plazo. Y es que, señalan, la región va a pasar de tener malas comunicaciones a disfrutar de varias autovías (Madrid-Badajoz, Autovía de la Plata, Cáceres-Trujillo, Mérida-Valencia, Badajoz-Granada, Zafra-Huelva y las autovías autonómicas), un tren de mercancías mejorado y una línea de alta velocidad entre Madrid y Lisboa.

Sin embargo, y a la hora de buscarle un pero a esta situación, desde la Cámara de Comercio de Cáceres reconocen que este proceso de industrialización se está ejecutando de forma asimétrica.

"ENTUSIASMO" En concreto, de los 20 grandes proyectos industriales que se habrán puesto en marcha en la región en el 2010 sólo cuatro se ubicarán en la provincia cacereña, algo que achacan a la falta de "entusiasmo" de su tejido empresarial. De esta forma, la provincia pacense copará más del 90% del impulso inversor de esta década.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que este desnivel viene provocado porque los mayores proyectos corresponden al Grupo Gallardo, afincado en Jerez de los Caballeros. En ese mismo municipio se acometerá la ampliación de la actual planta siderúrgica, mientras que la cementera se hace en Alconera por causas naturales y para la refinería se ha optado por unos terrenos a caballo entre Villafranca de los Barros, Fuente del Maestre y los Santos de Maimona.

Algo parecido ocurre con las centrales de ciclo combinado, que por motivos técnicos deberán construirse en el entorno de la comarca de Mérida, la mejor situada según todos los informes. De momento hay al menos cinco proyectos en esta línea, aunque no todos saldrán adelante. Lo más probable, según las fuentes consultadas, es que la Junta apueste por instalar una o dos como máximo para compensar el impacto del posible cierre de la central de Almaraz.

A lo largo de los últimos tres años las grandes industrias han dejado en la región inversiones por valor de 185 millones de euros y han creado 460 empleos. Estas cifras se multiplicarán de aquí al 2010 si salen adelante todos los proyectos previstos, aunque algunas de las mayores inversiones están pendientes del plan de asignación de emisiones de Gases de Efecto Invernadero provocado por el Protocolo de Kioto. En total, se prevé que entre el 2002 y el 2010 se inviertan algo más de 3.000 millones de euros (más de la tercera parte se destinará a la refinería) y se generarán en torno a 2.500 empleos y más de 7.000 puestos de trabajo indirectos. Al menos, eso señalan las previsiones anunciadas por las propias empresas.

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