Una de las peticiones más importantes que el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, hizo ayer a las 25 entidades bancarias con las que se reunió, es el apoyo para cerrar la venta de 3.000 viviendas sociales de las 15.000 que posee por valor de 98 millones de euros. Según explicaron tras el encuentro los consejeros de Administración Pública y Hacienda y Fomento, Angel Franco y José Luis Quintana, respectivamente, esta operación, que podría calificarse casi de ingeniería financiera, es necesaria para cuadrar los presupuestos generales de la región para el 2011, puesto que la cantidad ya está incluida en los más de 5.000 millones de euros que alcanzan.

Según Quintana, la Junta vendería esas viviendas con garantía hipotecaria a la empresa Urvipexsa, de titularidad pública y dependiente al cien por cien de la Junta de Extremadura. El mantenimiento de las viviendas correría a cargo de ésta, que para hacer frente a la compra, necesita ese crédito de 98 millones, 32.700 euros por vivienda. "Las entidades financieras son receptivas a la oferta porque este tipo de viviendas se siguen haciendo y se siguen vendiendo", señaló el consejero. Pero lo cierto es que la iniciativa parte después de que la Junta ofreciera hace dos años y sin mucho éxito, la posibilidad de compra a los inquilinos que las habitan.

El hecho de que la Junta se venda las viviendas así misma responde a una fórmula para pedir prestado dinero sin que cuente en el techo de déficit contable del 1,3% sobre el PIB al que están limitadas todas las comunidades el año que viene.

Por su parte, el titular de Administración Pública y Hacienda explicó que tras conocerse el anuncio de la venta --en la presentación de los presupuestos generales para el 2011-- "algunas entidades mostraron su interés en la operación, por lo que el Gobierno regional ha aprovechado la ocasión para extender la oferta al resto de bancos y cajas". Bancos y cajas cuya participación, según Franco, "es necesaria para que se lleve a efecto la operación y para que la Junta pueda ingresar lo que está previsto en los presupuestos y mantener el pulso de gasto social".

En ese sentido, ya en el pasado mes de octubre Franco anunció que "tenemos que vender todos los activos no fundamentales para realizar toda la caja que podamos para obtener financiación en asuntos prioritarios ante los problemas económicos provocados por la crisis".