Desde un punto de vista económico no cabe ninguna duda de que el servicio es una ruina". Son palabras del director general de Viajeros de Renfe, Enrique Urkijo, que analizó ayer en Mérida la situación del ferrocarril en Extremadura y el conflicto que mantiene la compañía con el sindicato CCOO tras la huelga de interventores que ha comenzado este mes. Y es que con la venta de billetes en la región sólo alcanza al 8,67% del coste de los servicios de Renfe en la comunidad; mientras que el 91,33% restante lo paga la Junta de Extremadura. "Renfe no decide nunca dejar de prestar un servicio, lo decide quien nos paga, la Junta, el Estado o quien sea", comentó. Por ello, indicó que el Gobierno extremeño "apuesta claramente por el ferrocarril, y Renfe también, aunque en la mayoría de los casos los servicios son deficitarios".

Traducido en cifras, al menos en lo que a este año se refiere, el Ejecutivo regional tiene presupuestado 6,5 millones de euros para hacer frente a ese déficit de rentabilidad y para el mantenimiento de los servicios. El año pasado, 467.000 personas utilizaron el tren en Extremadura, lo que supone que la Junta asume un coste de 14 euros por viajero. Fueron 159.000 menos que en el 2008 y rompió la tendencia alcista de los últimos años. En el primer semestre del 2010, ya se han subido al tren 314.578 viajeros, por lo que es de esperar que se supere el número final de usuarios del pasado año.

Además, según datos publicados este verano por el diario Abc, dos líneas ferroviarias extremeñas son las más deficitarias del país dentro de los recorridos de media distancia. Son el enlace Puertollano-Mérida-Zafra y el que une las cuatro principales ciudades (Plasencia, Cáceres, Mérida y Badajoz). El primero acumuló unas pérdidas de 2,4 millones de euros en 2009, y el segundo, 2 millones. Una tercera línea extremeña, la que une Zafra con Huelva, también está entre la veintena con más números rojos: 1,1 millones. En total: 5,6 millones de euros de déficit. Estas cifras no fueron desmentidas en su momento por el Ministerio de Fomento.

HAY QUE REMONTARSE AL 2005 Pero, por qué asume la Junta estas pérdidas. Todo esto viene desde el 2005. El 21 de marzo de ese año, el Gobierno extremeño y Renfe firmaban un convenio para la prestación de servicios ferroviarios regionales en Extremadura, en el que la Junta "se compromete y obliga a abonar la diferencia entre los gastos de explotación de los servicios convenidos y los ingresos comerciales generados por los viajeros que los utilicen"; esto es, le paga las pérdidas. Por su parte, la compañía estaba obligada a mantener 38 servicios diarios en ambos sentidos. Hay que recordar que ya existía un acuerdo similar, suscrito en 1995, pero que la Junta nunca asumió al entender que no debía costear los servicios deficitarios que estaba ofreciendo la compañía a la comunidad autónoma.

El director general de Viajeros de Renfe aseguró ayer que la renovación del convenio se firmará próximamente con la Junta, aunque desde el Ejecutivo autonómico no se pronunciaron preguntado por esta cuestión por parte de EL PERIODICO, aunque la directora general de Transportes, Justa Núñez, aseguró en abril en una comparecencia en la Asamblea de Extremadura que se estaba negociando un nuevo convenio.

Al margen de este acuerdo, el Gobierno extremeño firmó en el 2004 otro con el Ministerio de Fomento y Renfe, que se ha prorrogado hasta el 30 de junio del 2012. De la inversión prevista de los 176,6 millones de euros en la parte cofinanciada hasta finales de diciembre del 2009, se ha ejecutado más del 91%, y la renovación del 100% de los kilómetros previstos.

Estas mejoras en las infraestructuras ferroviarias han permitido que los trenes puedan viajar a una velocidad media de entre 120 y 160 kilómetros por hora, el doble de a la que circulaban con anterioridad a la firma de ese convenio.