Las ventas de tabaco en Extremadura se han disparado en el último año. En el 2002, los estancos sobrepasaron los 223 millones de euros de recaudación (más de 37.000 millones de pesetas), frente a los 210 millones que los extremeños gastaron en el año 2001 en la compra de tabaco; es decir, que el crecimiento en las ventas llega casi el 6%. Estos datos demuestran el fracaso de determinadas políticas encaminadas a la prevención del consumo de tabaco en la región, donde, además, la edad de inicio en este hábito es cada vez menor y se sitúa en los 13 años.

Los datos facilitados ayer a este diario por la Asociación de Estanqueros de Badajoz y Cáceres, reflejan que las ventas se han incrementado en el último año en todo tipo de tabaco, salvo en la de puros, que se mantienen. Así, en la región se han gastado 214 millones de euros en la compra de cigarrillos (201 millones en el año 2001); casi nueve millones en puros; 241.000 euros se han recaudado en los estancos por la venta de picadura de liar (224.000 euros en el año 2001); y 63.000 euros en la picadura de pipa, por los 59.000 de gasto un año antes.

En total, los 560 estancos extremeños vendieron 12,7 millones de euros más que en el año 2001. Ninguno de estos establecimientos, según la asociación, ha sido denunciado por vender a menores.

TENDENCIA PELIGROSA

Estas cifras ponen bien a las claras la peligrosa tendencia en Extremadura en cuanto al consumo de tabaco. Según la última encuesta escolar del Plan Nacional sobre Drogas, en la región se ha incrementado el número de escolares que fuma tabaco a diario, situándose en el 44,8% en el año 2002, frente al 42,6% del año 2001.

Se da la circunstancia de que cada vez son más las mujeres jóvenes que fuman, ya que según el estudio más del 33% de las escolares consume tabaco, mientras que el porcentaje de chicos es del 24,2%. Además, el 6,5% de los escolares se declara exfumador, y el 83,4% se ha planteado dejarlo alguna vez, aunque sólo lo ha intentado el 42,3%.

Este informe coincide con la última encuesta sobre drogas elaborada por la Consejería de Sanidad, y señala que el tabaco es la sustancia que primero se empieza a consumir, y apenas llega a los 13 años la edad de inicio al consumo. El alcohol, los tranquilizantes y el cannabis le siguen en cuanto a la edad en la que se empieza a consumir.

Además, el consumo no deja de crecer pese a las recomendaciones sanitarias sobre los peligros para la salud de esta práctica. No en vano, cada año mueren en Extremadura unas 1.800 personas como consecuencia directa de fumar, a causa de tumores malignos de tráquea, bronquios y pulmón y la cardiopatía isquémica, y las enfermedades cardiovasculares.

Todas estas enfermedades no son un impedimento para que los fumadores sigan con su mayor vicio ; algo que, por contra, aprovechan los estancos y los empresarios del tabaco, que ven año tras año como engordan sus cuentas. No hay más que ver las últimas cifras. Además, hace unos meses han salido a concurso varios establecimientos más.