El debate sobre el fondo y la forma del viaje sorpresa de George Bush a Bagdad se calienta. Mientras editorialistas y analistas exploran los potenciales efectos del viaje en la vida política del presidente de EEUU, algunos familiares de soldados han mostrado su descontento con lo que consideran un golpe de efecto. "Bush da la sensación de que se preocupa por las tropas, pero es sólo una pose", dijo en unas declaraciones recogidas por la agencia Efe Fernando Suárez del Solar, padre de un soldado muerto en Irak.

El descontento parece haber alcanzado incluso a los soldados desplazados a este país. "Muchos están tan enfadados como nosotros", aseguró Jerri Reed, una mujer con un hijo en Irak que integra una agrupación cuyo objetivo es pedir el regreso de los soldados a EEUU, y que denunció el viaje como "una treta propagandística".