Entre un 75% y un 80% de las lesiones medulares en Extremadura se producen por un accidente de tráfico y la mayor parte de los afectados son jóvenes. José María Real tiene 33 años y no puede mover el cuerpo de cintura para abajo debido a un accidente de tráfico que sufrió cuando tenía 11 años. "Desde la perspectiva de un crío de 11 años todo esto es bastante duro, es difícil de llevar, entonces yo era de los pocos que salían a la calle en silla de ruedas, pero ahora, por desgracia, cada vez se ven más sillas de rueda por culpa de los accidentes", asegura este placentino.

José María viajaba en un coche con su familia cuando un camionero se quedó dormido invadiendo el carril contrario. Su padre falleció, su hermano sufrió un traumatismo craneoencefálico y a él las lesiones le dejaron parapléjico.

Su experiencia durante estos años ha servido para que otros puedan conocer las consecuencias de un accidente de tráfico, ya que recorre la región con la asociación Aesleme, de afectados por lesiones medulares, ofreciendo charlas a los jóvenes en las que explica junto a un médico o un técnico sanitario qué lesiones provocan los accidentes y cómo es la vida de una persona en silla de ruedas.

"Ir en silla de ruedas supone que hay momentos en los que te encuentras con obstáculos importantes en los que no todas las veces la gente está dispuesta a ayudarte. Yo ya no me cojo tantos berrinches porque estoy acostumbrado, son muchos años", asegura José María.

Este placentino, técnico informático y programador, recuerda que hace unos años la región estaba llena de barreras arquitectónicas "y era casi imposible desplazarse en silla de ruedas. Entonces a las pocas asociaciones que había no se les hacía caso y eras tú el que tenías que ir al ayuntamiento para que te solucionaran los problemas, además, recuerdo que todos los centros en los que estudié tenían que adaptarse al no estar preparados".

Todo esto ha ido cambiando y ahora "puedes ir al cine sin necesidad de nadie o tienes la posibilidad de acceder a más estudios", aunque José María insiste en que queda mucho por hacer.

La asociación a la que pertenece José María cuenta en la actualidad con unos 400 asociados en la región, de los que el 60% tienen lesiones medulares por culpa de un accidente de tráfico, la mayoría de ellos relacionados con motos.

La coordinadora de Aesleme, la placentina Noelia García, también parapléjica, aunque como consecuencia de una operación, insiste en la importancia del trabajo que desarrolla la asociación en la prevención de accidentes. Actualmente son 9 personas, 4 de ellas con lesiones, las que imparten charlas por la región para que todos conozcan cómo es una vida marcada por las ruedas.