Quizá su protesta al final no cuente con suficientes apoyos para poder cambiar la actual forma de hacer política. Pero al menos sí han logrado que ciudadanos de todas las edades y condiciones sociales escuchen qué es lo que quieren transmitir. Sobre todo en Badajoz y Cáceres, las dos ciudades extremeñas donde más numerosas están siendo las concentraciones. En la primera hubo unas 700 personas y en Cáceres medio millar. En Plasencia apenas llegaron a los 70 concentrados y en Mérida al centenar. También hubo grupos reunidos en Don Benito.

Pero lo que está claro es que gracias a los medios de comunicación, los extremeños ya saben que hay una plataforma que se autodenomina Democracia Real ¡Ya!, aunque la mayoría desconoce qué es lo que defienden y cuáles son sun reivindicaciones.

Pero estos grupos, que se reafirman en que no piden la abstención de cara a los comicios de mañana, "sino la reflexión", logran atraer a cuantos pasan por la zona.

En Badajoz, una veintena de jóvenes participaron en un ´flashmob´ --multitud instantánea-- apareciendo de pronto con tambores, caretas de ´anonimous´ y carteles bailando por las calles comerciales por la mañana y en otro por distintas zonas del Casco Antiguo por la tarde, en una marcha en la que se respetaban los pasos de peatones, los semáforos y se aplaudía a la policía que pasaba cerca de ellos.

Un cartel decía: "No queremos la democracia de vuestras políticas"; otro, en la espalda: "Sin miedo"; "no somos antisistema, el sistema es antinosotros", y todos coreaban: "Lo llaman democracia, y no lo es". Uno de los intervinientes manifestó que "se unen personas de 40, de 50 años, y 220, que son los años que hace que se proclamó la igualdad, la libertad y la fraternidad y todavía no se ha cumplido".

Una de las propuestas que se plantearon en la asamblea del movimiento 15-M la tarde de ayer en Badajoz, iniciada hacia las ocho de la tarde y que se mantuvo hasta la noche con la presencia de unas 700 personas, con más estudiantes de Bachillerato y adultos atraídos por lo que ven como el ´mayo español´, fue era que "esta noche están todos invitados a una vigilia de poesía indignada a partir de las doce de la noche, el momento en que empecemos a ser ilegales". Y si fueron 18 los que pernoctaron la noche anterior en el paseo de Huelva, anoche se esperaba, al cierre de esta edición, que fuesen decenas, entretenidas en hablar, hacer o escuchar música, o el guiño de "leer poesías indignadas a la luna y a las palmeras".

Y es que la policía hizo llegar hacia las diez de la noche a un miembro de la asesoría jurídica del movimiento un escrito (el mismo método fue empleado en la capital cacereña), con solo un escudo de España, sin sello, remitente, destinatario ni fecha, en la que les comunicaba que la Junta Electoral Central no permite concentraciones ni reuniones desde las 00.00 horas del 21 de mayo a las 24.00 del 22 de mayo.

Sin embargo, ellos habían acordado previamente en asamblea respetar la ley electoral, como en el resto de España, de modo que no se realizarán manifestaciones hoy --jornada de reflexión-- ni otro tipo de actos dirigidos a pedir el voto para ningún partido, ni a pedir "el no voto". La idea es mantenerse dentro de la ley y evitar cualquier provocación o altercado, e interconectados "como una red nacional con muchos nudos", como señaló una joven, para mantener el movimiento vivo.

Una de las condiciones que impusieron los impulsores de las acampadas nocturas era que no se podía llevar alcohol para no dar argumentos a la policía para que los disolviera "ni tampoco a quienes piensan que esto es un ´botellón´ de amigos", decía el speaker que estaba en esos momentos en la plaza Mayor de Cáceres.

Y bien es cierto que allí solo había sacos de dormir, colchones, agua, galletas, algún refresco y bongos y guitarras para amenizar la segunda noche de vigilia que pretendía pasar.

Previamente, por la tarde, Rosario y Antonia, dos cacereñas que peinaban bastantes canas, se toparon con los concentrados cuando salían de misa. Inquirieron a uno de los asistentes qué por qué protestaban. Y éste, tras darle las oportunas explicaciones, solo logró de ellas una escueta frase: "Así se empezó en la República y mira como terminamos".

Otros (decenas) sí se mantuvieron atentos a las reivindicaciones de los jóvenes y aplaudieron cuanto plantean, si bien alguno, como Pedro, tras escuchar durante media hora a los intervinientes, se marchó a tomar una cerveza "porque lo que dicen son tonterías; nunca lo lograrán. Nunca nadie ha podido con los ricos y los políticos están vendidos a ellos".