El concejal del Partido Popular, José Joaquín Rumbo, votó ayer con los ediles del PSOE y Foro Ciudadano (FC) y permitió que el pleno del Ayuntamiento de Cáceres adjudicase el concurso del agua a Acciona. Su decisión dinamitó al grupo popular a nueve días del 22-M y además con el asunto más polémico tratado por la corporación cacereña en las últimas legislaturas. El PP anunció ayer la expulsión de Joaquín Rumbo del partido.

El guión del pleno era el previsto hasta que intervino Rumbo. Los trece ediles que suman PP (12) e IU (1), mayoría en una corporación que tiene 25 concejales, iban a mantener el concurso en suspenso. El pleno debatía una reclamación de la Junta que instaba a la corporación a anular un acuerdo anterior, tomado en marzo con los votos de PP e IU. La aceptación de la resolución de la Junta conllevaba que el concurso se retomaba y adjudicaba.

El viceportavoz del PP, Valentín Pacheco, había propuesto dejar la reclamación de la Junta sobre la mesa por incumplirse el procedimiento al no haberse comunicado previamente a las empresas que participan en el proceso. El concejal de IU, Santiago Pavón, iba a apoyarlo. Pero tras la intervención de Pavón, Joaquín Rumbo pidió la palabra.

LA EXPLICACION DE RUMBO Lo primero que dijo fue que estaba "cansado del tema este del concurso del agua". Luego aseguró que lo que está ocurriendo con este proceso es "un despropósito del que tenemos la culpa un poco todos los que formamos parte de la corporación". Y recordó que tener el concurso sin adjudicar cuesta al ayuntamiento "tres mil euros diarios de intereses".

A continuación habló de su situación personal en el partido: "Quizás este sea el último pleno al que asisto en este ayuntamiento. Saben que mi partido ha estimado oportuno que no vaya en las listas --electorales--, no se me ha dado una explicación, pero lo acepto y además me han quitado un peso de encima".

Y por último Rumbo anunció que quería hacer "una aportación en beneficio de la ciudad, será la última vez que yo pueda aportar algo a Cáceres". Explicó que Cáceres "está por encima del PP". Y concluyó: "En estos momentos les digo a todos los compañeros de la corporación, tanto del partido del gobierno, de Foro Ciudadano, de Izquierda Unida y a mis compañeros, a los que pido perdón de antemano, que voy a facilitar mi voto para que el concurso del agua se apruebe".

Su intervención se cerró con un aplauso proveniente de las filas del grupo socialista y Foro Ciudadano y una manifestación de la alcaldesa, Carmen Heras: "Esto le honra, señor Rumbo".

Pero entre las filas populares la reacción era muy distinta: incredulidad. La portavoz popular, Elena Nevado, tenía cara de no creerse lo que estaba ocurriendo y el viceportavoz popular se encogía de hombros. Rumbo solo intercambió unas palabras en lo que quedó de pleno con el compañero de grupo que tenía al lado, Francisco Javier Castellano.

Tras la manifestación de Rumbo, poco más. Pacheco reiteró que el concurso no se podía adjudicar porque si el acuerdo se declaraba nulo y se revocaba, la empresa adjudicataria, Acciona, reclamaría una elevada indemnización "y la responsabilidad civil la tendrán quienes voten a favor de la adjudicación".

Pero al final, tras una última intervención del portavoz socialista, Lorenzo de la Calle, quien defendió que con la adjudicación prevalece "la legalidad", se votó. Primero el pleno aceptó la reclamación de la Junta con 13 votos a favor (PSOE, FC y Rumbo) y 12 en contra (11 votos del PP y 1 de IU). Y después Heras leyó la puntuación de la mesa de Contratación, órgano técnico y asesor del pleno, que propone adjudicar a Acciona. Se volvió a votar y el resultado fue el mismo.

Rumbo, el edil tránsfuga, como lo calificó el PP en un comunicado, fue el primero en irse del pleno tras su finalización.

La tarde anterior, Rumbo ya había dejado entrever en una reunión del grupo popular que podía hacer lo que al final hizo: no respetar la disciplina de voto. "Estaba molesto y discrepó, pero de ahí a lo que ha pasado no hay punto de comparación", explicaron tras el pleno fuentes consultadas por este diario.

El PP anunció ayer la expulsión de Rumbo del partido. Ya se ha pedido al presidente del comité regional de derechos y garantías, que se da la circunstancia de que es el ex alcalde, José María Saponi, la apertura de un expediente tendente a su expulsión. Saponi explicó ayer que, según los estatutos de los populares, cuando un miembro del partido vota en contra del mismo en las instituciones causa "baja inmediata". No obstante, ahora se tendrá que tramitar el expediente. Desde el PP también se afirmó ayer que la decisión de Rumbo está "en claves de intereses personales que el partido desconoce"