Afinales de octubre pasado la compañía de bajo coste Vueling dejó de operar desde el aeropuerto de Ciudad Real. Había comenzado a volar desde el aeródromo manchego hacía un año y nunca consiguió alcanzar un número razonable de pasajeros. Sin embargo, la falta de tránsito se compensaba con un contrato publicitario que había firmado con la Junta de Castilla-La Mancha y por el que recibió 2,36 millones de euros. Pero acabó el contrato, y Vueling levantó el vuelo.

Las ayudas indirectas de todo tipo han sido fundamentales para la viabilidad del tráfico aéreo comercial en muchos aeropuertos españoles, y el de Badajoz no ha sido una excepción. De hecho, un reciente estudio de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) situaba al aeródromo pacense entre los más beneficiados por los fondos públicos que las diferentes administraciones conceden a las aerolíneas a través de acuerdos de promoción comercial.

No es extraño, pues, que entre las razones que Air Nostrum adujo el pasado miércoles al anunciar que iba a poner fin a los servicios aéreos que presta entre Badajoz y las ciudades de Madrid y Barcelona estuviese la supuesta decisión de la Junta de no renovar el contrato publicitario que mantiene con esta compañía.

En total, la filial de vuelos regionales de Iberia ha recibido este 2011 algo más de dos millones de euros (más otros 2,1 en el 2010), lo que supone que ha ingresado 42,4 euros por cada pasajero que ha viajado en estos vuelos. Del medio centenar de aeródromos que hay en España, solo otros seis (ver gráfico de la derecha) ofrecen unas ratios superiores a la pacense. Incluso, en términos absolutos, las instalaciones ubicadas en Talavera la Real siguen ocupando un puesto bastante alto en el ránking, el décimo tercero.

Parece evidente que, en un momento en el que la demanda del transporte aéreo está en horas bajas --en el aeropuerto de Badajoz el tráfico de pasajeros cayó un 33% entre 2007 y 2010--, y en el que el precio de los combustibles se mueve en máximos históricos, la continuidad de muchas rutas aéreas parece vinculada más que nunca al apoyo de las administraciones públicas. Lo que ya genera más dudas es si la rentabilidad social que generan estos vuelos compensa el agujero económico que dejan.

A pesar de que en su comunicado de hace dos días Air Nostrum daba por sentado que no se renovaría el convenio de promoción con la Junta, el presidente extremeño, José Antonio Monago, negó ayer que se haya tomado ninguna decisión al respecto y se mostró "sorprendido" por el anuncio de la suspensión de los vuelos. Monago adelantó que el consejero de Fomento, Ordenación del Territorio y Vivienda de Extremadura, Víctor del Moral, se reunirá próximamente con responsables de Air Nostrum para abordar esta cuestión, y que en este encuentro les comunicará el deseo del Gobierno extremeño de mantener estos vuelos con un coste "asumible". En este sentido, fuentes de Air Nostrum confirmaron que la Junta de Extremadura había contactado ayer con esta empresa, y que en "las próximas semanas" se mantendrían "un par de reuniones".

"MUCHAS POSIBILIDADES"

A juicio de Monago, hay "muchas posibilidades" de que Extremadura mantenga las conexiones aéreas con Madrid y Barcelona. Además, el presidente extremeño no descartó la opción de firmar un nuevo convenio con otra compañía, siempre que el acuerdo permita preservar los vuelos "con un coste que sea asumible para el presupuesto de la región y sobre todo dimensionado a nuestras demandas en estos momentos, es decir, aplicando el sentido común". Ha habido contactos con Ryanair y Vueling pero el problema radica en la cuantía de la subvención.

"Lo que está claro es que no podemos estar operando con vuelos a media Europa con billetes a treinta euros, hay que tener los pies en el suelo y saber cuáles son las posibilidades", dijo el jefe del Ejecutivo extremeño.

Por su parte, el Grupo Parlamentario Socialista exigió ayer a la Junta el mantenimiento de los vuelos desde el aeropuerto de Badajoz y acusó al PP de tener un "doble discurso", ya que exigía unas cosas en la oposición que "olvida rápidamente en cuanto está en el Gobierno"."Así ha sucedido con el transporte aéreo, ya que hoy dejan entrever pocas posibilidades de vuelos para el año que viene, cuando antes exigían que el aeropuerto de Badajoz tuviera conexiones con las principales ciudades españolas y europeas", recalcó el PSOE en el Parlamento regional a través de un comunicado de prensa.

Además, el PSOE apuntó que, según se desprende de lo que el consejero de Fomento, Víctor del Moral, dijo en la Asamblea y lo que ayer jueves declaró el presidente de la Junta, este Gobierno está "descoordinado y falto de ideas para gobernar", ya que "Mientras que el consejero criticaba las pocas conexiones aéreas que hay desde Badajoz y quería incorporar nuevos destinos y rutas para que pasara a ser un aeropuerto internacional, hoy --por ayer-- el señor Monago ha manifestado textualmente que, como "Extremadura tiene las características que tiene y, por tanto, las posibilidades que tiene, vamos a ser realistas'".

En opinión del grupo socialista en la Asamblea, "El Gobierno de Extremadura ha mostrado un desinterés muy evidente respecto a este transporte, con lo que pone al descubierto que las reuniones con empresas del IBEX 35 son sólo parte de una estrategia de marketing , pero que no aborda problemas reales de los extremeños". Así las cosas, considera que el Ejecutivo extremeño "debería trabajar con más seriedad" por el transporte aéreo y aprovechar las inversiones realizadas en el aeropuerto de Badajoz, "más de 14 millones de euros en los últimos años, para que las comunicaciones de Extremadura aporten posibilidades de mejoría a la economía regional".

Por su parte, el alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, aseguró tener constancia de la existencia de conversaciones de la Junta tanto con Air Nostrum como con otras empresas. "Ahora es el momento de negociar, de buscar mejores precios, mejores horarios, mayor frecuencia", indicó Celdrán. El alcalde pacense fue, además, muy crítico con los precios de los vuelos. "Es que vale más un viaje de aquí a Madrid que a Groenlandia", ironizó.

247 MILLONES EN CINCO AÑOS

Entre 2007 y 2011 las distintas administraciones autonómicas, provinciales y municipales españolas repartieron casi 247,3 millones de euros en ayudas públicas a compañías aéreas (51 millones en el 2011), bien para la puesta en marcha de nuevas rutas o para el mantenimiento de las ya existentes.

Estos fondos se otorgan a las aerolíneas, supuestamente, a cambio de que estas presten servicios de publicidad y promoción turística. Sin embargo, en realidad se trata de una forma de financiarlas sorteando la prohibición establecida por la Unión Europea de conceder subvenciones directas a estas empresas.

En su informe sobre las ayudas públicas al sector aeroportuario, la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) considera que estos acuerdos de promoción entre las aerolíneas y las administraciones pueden constituir una forma de "subvenciones más o menos encubiertas" que desplazan parte del coste del servicio desde el usuario hacia dichas administraciones "y, por tanto, en cierta medida, a los contribuyentes". Esta intervención pública, continúa el estudio, "puede dar lugar a situaciones en las que la existencia de tales rutas no responda a una demanda real, no solo presente, sino ni siquiera futura". En este sentido, la CNC recalca que se ha comprobado que "algunas de estas aerolíneas han sido destinatarias de importantes cantidades de fondos pese a que el número de sus pasajeros era muy reducido, o incluso han dejado de operar en el transcurso del período de vigencia de los acuerdos".

Por lo que se refiere a los fondos públicos recibidos por cada compañía, sin dar cifras concretas, el informe apunta que es Air Nostrum, "con diferencia", la mayor receptora. A continuación aparece la principal de las compañías de bajo coste, Ryanair, "cuyo montante ha ido creciendo consistentemente a lo largo de los últimos cinco años", y ya, a "una distancia considerable", quedan Lagunair, compañía leonesa que dejó de operar en el 2009, y Vueling.