Los grupos nacionalistas de CiU, PNV y Coalición Canaria cumplieron con lo anunciado y se abstuvieron en la votación. Mientras que ERC y Amaiur dejaron muy claro su no a la continuidad en la Corona. El portavoz de CiU, Josep Antoni Duran Lleida --a pesar de confirmar en el atril su presencia en la proclamación del Rey--, pidió al futuro rey, Felipe VI, que atienda las demandas de Cataluña y apoye que los catalanes puedan expresar sus aspiraciones con una consulta. El también dirigente de Unió considera que el PP y el PSOE "llevan tiempo" excluyendo a CiU de la historia de España. "Nos expulsaron de una historia compartida que nosotros desde el principio defendimos", se quejó Duran, que recordó que CiU había participado como ponente de la Carta Magna y también en el consenso constitucional de la Transición. También tuvo palabras duras para Mariano Rajoy, que le acusó de hacer "política pequeña". Duran sacó una lista de agravios y dijo que para "política pequeña" el recurso del PP contra el Estatuto catalán por "intereses partidistas".

El portavoz de los nacionalistas vascos, Aitor Esteban, reclamó a Felipe que se "gane el trono", reconozca las "naciones" del Estado y abra un proceso de reforma de la Constitución. Y Ana Oramas (CC) pidió valentía al nuevo Rey para que "el pueblo decida el país que quiere".

Por otro lado, el portavoz de ERC, Alfred Bosch, apeló a la ilusión del referendo del 9 de noviembre para afirmar que será entonces cuando los catalanes se desvinculen definitivamente de la monarquía. En sus críticas a la Corona, Bosch tiró de literatura y citó con ironía al dramaturgo William Shakespeare cuando afirmó que "cambiando coronas no se cura el dolor de cabeza".

En cuanto a Sabino Cuadra, portavoz de Amaiur, fue el más contundente de todo el debate en la tribuna. "Quieren colarnos otros 40 años de lo mismo", aseguró, e insistió que en el Rey y el Príncipe Felipe anidan reminiscencias franquistas. Antes de volver a su escaño, exhibió una ikurriña y defendió a gritos, en euskera, la república vasca.